FARO DE SANTA POLA Y CUEVA DE LA ARAÑA DESDE LA ERMITA DEL ROSARIO
Uno de los símbolos del municipio es el Faro de Santa Pola, levantado en 1858 sobre los restos de una antigua torre de vigía del siglo XVI. Situado en la Sierra de Santa Pola, domina desde lo alto un acantilado que ofrece espectaculares vistas sobre el Mediterráneo, la bahía de Alicante y la isla de Tabarca. A los pies del faro se suceden pequeñas calas rocosas y rincones marineros de aguas cristalinas, ideales para el baño y la práctica del buceo.
Este espacio es de gran relevancia ambiental, ya que es uno de los pocos ejemplos de arrecife fósil del litoral mediterráneo, y alberga una interesante vegetación y fauna. Se halla emplazado en el extremo este del Cabo de Santa Pola, sobre una antigua torre vigía del siglo XVI, denominada Atalayola. Desde aquí se contempla una magnífica vista de la bahía de Santa Pola, la de Alicante y la Isla de Tabarca. En los días más claros se consigue ver al sur el Cabo Cervera e Isla Grosa y al este el Peñón de Ifach.
El itinerario parte de la Ermita del Rosario, una pequeña ermita situada a pocos metros de la playa. El recorrido nos conduce también a la Cueva de la Araña, un enclave singular abierto en la roca, situada en los acantilados del Carabassí, muy cerca de los Arenales del Sol, es un enclave arqueológico de gran valor. Fue habitada en el Neolítico y Eneolítico, y en su interior aparecieron cerámicas, útiles de sílex y hueso, además de una singular pintura rupestre de un caballo en rojo, hoy reproducida en el Museo del Mar de Santa Pola. La cavidad, con unos 20 metros de profundidad, se abre sobre el mar a unos 70 metros de altura y ofrece unas vistas espectaculares del litoral alicantino, desde la bahía de Alicante hasta el Puig Campana. Aunque actualmente está vallada, sigue siendo un punto de interés histórico y paisajístico en la ruta hacia el Faro de Santa Pola.
En conjunto, es una excursión que combina patrimonio, naturaleza y litoral. El trayecto resulta sencillo y agradable, aunque conviene destacar que la bajada desde el faro, el acceso a la cueva y la subida final por el "Esgolaor de Crist" requieren cierta experiencia y precaución. La recompensa al esfuerzo llega con la posibilidad de terminar la jornada disfrutando de un merecido baño en alguna de las calas que recorremos en el itinerario de vuelta hasta la ermita.
Recuerda: Requiere cierta experiencia en montaña. No es una ruta para todos los públicos. Lleva bañador para disfrutar de un baño en las calas.