Nuestra travesía de hoy nos lleva hasta la isla de Menorca, un territorio privilegiado en pleno Mediterráneo que ha sido habitado por diferentes pueblos y culturas a lo largo de la historia. Fenicios, cartagineses, romanos, árabes y británicos dejaron su huella en una isla que ha sabido conservar su identidad. El nombre de Menorca proviene del latín Minorica, por ser más pequeña que Mallorca, su isla vecina. Poblaciones como Ciutadella, antigua capital señorial, o Mahón, actual capital con uno de los puertos naturales más grandes de Europa, son referentes históricos, culturales y económicos. Hoy en día la forma de vida combina la tradición marinera y agrícola con un turismo que, a diferencia de otros destinos del archipiélago, mantiene un carácter más tranquilo y sostenible. Productos como el queso de Mahón, las abarcas, la sobrasada y la pomada son algunos de los emblemas de la isla.
Desde 1993, Menorca está declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, un reconocimiento que refleja la importancia de proteger su singular biodiversidad y sus paisajes, tanto costeros como interiores.
En este entorno privilegiado encontramos el Camí de Cavalls, un sendero histórico que circunvala toda la isla en 20 etapas y con más de 185 kilómetros de recorrido con alrededor de 3000 metros de desnivel acumulado. Se cree que su origen se remonta al siglo XIV, cuando fue creado como vía de defensa y comunicación alrededor del litoral menorquín. Este se recuperó en un largo proyecto que comenzó a finales del siglo pasado y en 2010 se presentó en su máximo esplendor y marcado como sendero de largo recorrido gr 223.
Hoy en día es una rutas de senderismo muy atractiva atractivas sobre todo para franceses e ingleses que viajan a esta isla en busca de conocer los rincones mágicos que guarda. En España todavía no ha cogido la importancia y el reconocimiento que merece pero poco a poco se irá descubriendo.
El trazado nos conduce por acantilados, bosques de pino, barrancos y, sobre todo, por algunas de las playas más emblemáticas de Menorca, como Macarella, Mitjana, Pregonda o Cavalleria, entre muchas otras. En nuestro caso, hemos realizado la ruta en siete jornadas, disfrutando de la esencia de la isla paso a paso y descubriendo rincones únicos que hacen del Camí de Cavalls una experiencia inolvidable.
Si nos centramos en la ruta, no es especialmente técnica, aunque tiene pinceladas de rutas exigentes. Alguna jornada con un desnivel interesante y sobre todo una parte norte de la isla, sin poblaciones donde avituallarnos, calas salvajes muy poco frecuentadas, muy pocos alojamientos y ninguna fuente. Es una travesía que requiere una buena preparación previa para organizar las distancias de las jornadas, buscar los alojamientos adecuados para no desviarse mucho del camino y llevar las provisiones y material necesario para cada época del año.
¿QUÉ TIPO DE OPCIONES TENEMOS?
Como he comentado la ruta originariamente está dividida en 20 etapas, estas etapas suelen ser bastante cortas y cuesta disponer de todos esos días, así que toca unir etapas. En la descripción de cada jornada podremos cuantas etapas hemos recorrido en la jornada. En cuanto a las posibles divisiones del gr 223 tenemos tres posibles opciones:
- Contactar con la empresa que se encarga de ofrecer este recorrido, te buscan alojamientos, te organizan las etapas y te buscan con vehículo en los finales de etapa. Esta opción es buena para no pesar, un precio intermedio y te olvidas.
- Recorrido en autosuficiencia, algunos extranjeros que nos hemos encontrado hacen el recorrido con saco, esterilla, algunos tienda y la comida necesaria. La gente duerme en la playa, en alguno de los abrigos que hay por el recorrido. Importante saber que tenemos que portear bastante peso y que en las playas por la noche hay mucha humedad.
- Una opción mixta, esta es la que hemos elegido nosotros, hemos organizado las etapas para que nos cuadre con poblaciones o lugares con alojamiento y alguna tienda para avituallarnos, de esta forma hemos terminado las etapa en un lugar con cama y ducha, así hemos tenido que portear tan solo la comida, el agua y la ropa del día. Esta opción tiene como limitación que varias jornadas han llegado a 35 kilómetros y se han convertido en jornadas de 9 horas. Pero se agradece una ducha y una cama cada noche.
TIPO DE RECORRIDO: Ruta circular.
DISTANCIA: Total de la ruta: 191 km (La organización pone 185 km).
DURACIÓN: 7 Días. Una media de 7-9 horas diarias. Nosotros hemos contabilizado todas las paradas para comer, descansos y baños.
DIFICULTAD IBP INDEX: 454 ➕ INFO 👈
DIFICULTAD TÉCNICA: Media-Baja, no hay pasos técnicos, ni requiere trepadas. El tramo más técnico se encuentra en la jornada Binnimela-Algaiarens, que el recorrido discurre por acantilados y hay algo de terreno suelto y alguna subida y bajada más pronunciado. Pero nada complicado para cualquier persona que realice senderismo de forma habitual.
ORIENTACIÓN: El camino está muy bien señalizado, todo el recorrido está con marcas blancas y rojas de gr, tanto por los tramos de campo como por los urbanos. A ello le sumamos poste de indicación hacia el siguiente punto u objetivo de etapa con la distancia. Y finalmente, y esto me parece una gran idea, a lo largo de la etapa hay más de 150 postes de madero, con reflectantes y dos números el primero, la etapa que estamos realizando y el segundo un número secuencial. El objetivo es que en el caso de ser necesario un rescate poder localizar a la persona en el punto exacto. Felicidades a la organización por tan buena señalización. El gps es opcional, aunque siempre está muy bien llevar uno.
TIPO DE VÍA: Pista, Sendas, asfalto y recorrido urbano.
ÉPOCA APROPIADA: Primavera y Otoño. La elección de la fecha es otro elemento muy importante ya que hay varios condicionantes. En verano creo que es inviable hace mucho calor y lo descarto de salida. Por tanto hay que buscar los meses de Mayo-junio y Septiembre-Octubre. En invierno también se puede hacer, aquí el clima es bastante benévolo, pero en estas fechas todo está cerrado, alojamiento, tiendas y restaurantes. Así que es muy complicado abastecerse y por supuesto alojarse. Así que el periodo se limita bastante.
EQUIPO NECESARIO: Zapatillas y ropa de montaña (nosotros hemos ido en pantalón corto y ropa de verano), bastones de tretking, algo de comida y agua. A lo largo de la ruta aprovechamos las tiendas y los restaurantes para comer y beber. En nuestro caso llevamos cargada la comida necesaria para pasar el día. Las cenas en los hoteles. Aquí dejo un check list para este tipo de viajes.
INFORMACIÓN: Aquí os dejo la web de la organización. Te ofrecen muchas posibilidades y formas de organizar según tu nivel.
1️⃣ Etapa 1: Mahón – Es Grau – Favaritx – Arenal d’en Castell
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2️⃣ Etapa 2: Arenal d’en Castell – Son Saura – Cala Tirant
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3️⃣ Etapa 3: Cala Tirant (Fornells) – Binimel·là – Els Alocs – Algaiarens – Cala Morell
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4️⃣ Etapa 4: Cala Morell – Punta Nati – Ciutadella
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5️⃣ Etapa 5: Ciutadella – Cap d’Artrutx – Cala Turqueta – Cala Galdana
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6️⃣ Etapa 6: Cala Galdana – Sant Tomàs – Son Bou – Cala en Porter
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7️⃣ Etapa 7: Cala en Porter – Binisafúller – Punta Prima – Cala de Sant Esteve (Mahón) 👉 Ver en Wikiloc
📍 Track completo: Camí de Cavalls – Menorca. 👉 Ver recorrido completo en Wikiloc

| Distancia | Duración | Desnivel + | Desnivel - | Altura máxima | Altura mínima | IBP Index |
|---|---|---|---|---|---|---|
| 36.2 km | 10 h 00 min | +857 m | -844 m | 78 m | 0 m | 93 HKG |
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Inicio en Mahón
Comenzamos la ruta en la Plaza del Mercado de Mahón, donde reponemos alimentos y agua. Desde aquí ya encontramos las marcas del GR que nos guían hacia la Plaza de la Conquista, donde se ubica el Ayuntamiento. Tras atravesar este edificio, tomamos la calle Isabel II en línea recta hasta llegar al Museo de Menorca, que resulta visitable y bastante interesante. En este punto giramos a la izquierda para descender hacia la costa.
La carretera en bajada nos conduce hasta el puerto recreativo, donde enfrente se encuentra la cementera y la zona de atraque de los cruceros. Bordeamos las embarcaciones siguiendo las marcas del sendero hasta cruzar a la otra vertiente. Todo este tramo discurre por asfalto.
Un desvío nos obliga a rodear el Club Náutico, en obras, para retomar de nuevo la ruta oficial en la rotonda del ancla. Desde aquí enlazamos con el Camí de Cavalls, aunque es necesario caminar unos metros por el arcén de la carretera en dirección a la base de La Mola, ya que la acera desaparece.
Camino a Sa Mesquida
En el siguiente cruce dejamos a la derecha el acceso a la Fortaleza de La Mola y seguimos hacia Sa Mesquida, señalizada a 1,7 km, mientras que Es Grau queda a 8 km. En la bajada hacia Sa Mesquida encontramos el restaurante Cabo Rojo y continuamos por asfalto hasta la playa. Este primer tramo, de unos seis kilómetros, resulta menos agradable por la monotonía y el tráfico, por lo que conviene hacerlo temprano para evitar vehículos.
Tras algo más de una hora alcanzamos el pequeño pueblo pesquero de Sa Mesquida, con un bar y un restaurante a la entrada. Lo cruzamos en dirección a la playa del mismo nombre, un arenal tranquilo, de arena fina y aguas protegidas por una bahía cerrada.
Hacia Es Grau
Desde la playa parte una pasarela con una de las típicas puertas menorquinas. Tomamos esta pista de tierra en ascenso hacia Es Grau, a unos cinco kilómetros de distancia. Antes pasamos por la cala de Binillautí y avanzamos entre paisajes de matorral y acantilados, con vistas al faro de Favaritx, que empieza a asomar en el horizonte.
Tras varias subidas y bajadas llegamos a una zona de campos y bancales que nos conducen a la carretera de acceso a Es Grau. Caminamos unos 800 metros hasta el pueblo, donde conviene detenerse para comprar agua y provisiones, ya que hasta más allá del faro no habrá más servicios.
Es Grau es una pequeña localidad junto a una amplia playa protegida. Ofrece algunos bares, un restaurante y un supermercado, por lo que es un punto estratégico para el avituallamiento. Además, este tramo discurre por el parque natural de la Albufera de Es Grau, un espacio de gran valor ambiental.
Tramo hacia Favaritx
Desde la playa de Es Grau cruzamos una pasarela y seguimos por un sendero boscoso en ligero ascenso. El recorrido avanza entre calas y acantilados hasta llegar a la playa de Tamarells, encajonada y con una torre vigía en uno de sus extremos. Más adelante encontramos la cala de la Torre, con arena blanca, aguas turquesas y un pinar que llega hasta la orilla, un lugar ideal para descansar y bañarse.
El camino continúa con constantes subidas y bajadas hasta alcanzar la playa y el arenal de Morella. Desde aquí ascendemos hacia el cabo y llegamos al faro de Favaritx, un enclave icónico de la isla, donde concluye la segunda parte de la jornada.
Camino final al Arenal d’en Castell
Desde el faro tomamos la carretera de acceso, añadiendo un kilómetro extra para la visita. De regreso al cruce seguimos hacia las Salinas de Addaia, pasando antes por la pequeña cala de Pou d’en Caldés. El paisaje se vuelve árido, con poca sombra, lo que exige buena previsión de agua.
Tras atravesar el entorno salino, llegamos a Addaia, donde hay bares, un supermercado y algunos restaurantes. Desde aquí continuamos por asfalto pasando por la urbanización de Coves Noves y descendemos hacia la costa. Al fondo se abre la vista del litoral y del siguiente objetivo: el Arenal d’en Castell.
Finalmente alcanzamos esta localidad turística, con supermercados, farmacia, hoteles y todos los servicios necesarios para descansar tras una etapa larga y exigente.
Resumen de la etapa
Este primer recorrido del Camí de Cavalls combina tramos urbanos, carreteras, calas solitarias y acantilados, ofreciendo paisajes muy variados. Con una distancia cercana a los 36 kilómetros y un desnivel acumulado de unos 900 metros, se trata de una jornada dura. Solo en Es Grau y Addaia es posible reponer agua y alimentos, por lo que es fundamental llevar suficiente provisión.
Alojamiento:
| Nombre | Dirección / Población | Enlace |
|---|
| Hostal La Isla | C. Santa Caterina, 4, Mahón (Menorca). | hostal-laisla.com |
| Distancia | Duración | Desnivel + | Desnivel - | Altura máxima | Altura mínima | IBP Index |
|---|---|---|---|---|---|---|
| 11.5 km | 02:52 h | +147 m | -171 m | 45 m | 0 m | 32 HKG |
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Inicio en Arenal d’en Castell
La jornada comienza en la parte alta de Arenal d’en Castell, donde nos alojamos. Se trata de una amplia urbanización con apartamentos, hoteles, supermercados y restaurantes, un lugar bien situado para iniciar la ruta. Esta localidad destaca por su carácter turístico, muy frecuentada por público inglés, y por su playa de arena en forma de concha, rodeada de casas blancas que se adaptan al relieve ligeramente montañoso de la zona.
A los pocos minutos ya estamos sobre el sendero. Iniciamos la marcha por una pista de tierra con vistas hacia los acantilados, en dirección a la urbanización de Som Parc.
De Arenal d’en Castell a Son Saura
El recorrido hasta Son Parc, de algo más de un kilómetro, transcurre por la parte alta de un acantilado, considerado uno de los tramos más espectaculares de la isla, con un mar intensamente azul a nuestros pies. Al llegar a la urbanización encontramos servicios básicos como supermercado y restaurantes, que conviene tener en cuenta, ya que más adelante no volveremos a disponer de tantas facilidades hasta alcanzar Fornells.
Tras atravesar esta zona residencial, descendemos hacia la playa de Son Saura del Norte, a la que se accede por un amplio aparcamiento de tierra. Esta playa de arena fina es muy turística, con servicios de alquiler de hamacas y sombrillas, además de un restaurante. Tras una breve parada, retomamos el Camí de Cavalls en dirección a la Cala Tirant, situada a unos ocho kilómetros.
Bosques y restos históricos
El sendero se adentra en una zona de pinar y matorral bajo, agradable y con sombra. Más adelante aparece un desvío hacia los restos de una basílica paleocristiana (siglos V-VII), situados en una pequeña elevación junto al mar. Aunque supone apenas 80 metros de desvío, merece la pena la visita tanto por su valor histórico como por las vistas al litoral.
El camino continúa por una pista de tierra bien marcada, bordeando fincas y pasando junto a las antiguas Salinas de la Concepción, todavía en funcionamiento. El paisaje aquí pertenece al Cabo de Cavallería, un espacio protegido de gran interés natural.
Camino hacia Cala Tirant
Tras varios kilómetros, salimos a la carretera nacional que conduce a Fornells. Este tramo de asfalto, de unos 2,5 km, resulta menos atractivo y bastante transitado, hasta enlazar con el desvío hacia Cala Tirant.
El acceso final combina un tramo de carretera con un carril bici que facilita el avance. Poco a poco van apareciendo urbanizaciones, restaurantes y supermercados antes de alcanzar la playa.
Final en Cala Tirant
La etapa concluye en Cala Tirant, una amplia playa de arena dorada con aguas tranquilas, donde aprovechamos para descansar y disfrutar de un baño. Aquí ponemos fin a una jornada corta y de transición, que sirve como recuperación tras la exigente primera etapa.
Desde Cala Tirant tomamos el autobús L41 hasta Fornells, donde pasaremos la noche.
Resumen de la etapa
El recorrido combina tramos muy atractivos —como el sendero sobre acantilados y el paso por la reserva natural de La Mola— con otros menos agradecidos, especialmente el tramo de asfalto hacia Cala Tirant. Pese a ello, resulta una etapa cómoda y agradable, con numerosos puntos de avituallamiento.
| Web oficial Seth Sa Mirada |
| Distancia | Duración | Desnivel + | Desnivel - | Altura máxima | Altura mínima | IBP Index |
|---|---|---|---|---|---|---|
| 33.1 km | 11:00 h | +1075 m | -1071 m | 128 m | 0 m | 94 HKG |
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Inicio de la jornada: Cala Tirant
Comenzamos la tercera jornada, una de las más largas y exigentes por desnivel y terreno. Salimos temprano desde Fornells, donde habíamos dormido, aprovechando que un taxi nos dejó en la playa y así evitamos tres kilómetros de asfalto al inicio. Nada más salir de la cala cruzamos unas escaleras y una pasarela de madera, descendiendo hasta la playa contigua. Avanzamos por un lateral hasta una urbanización solitaria, con el recorrido bien señalizado incluso para salir a primera hora, con reflectores que facilitan la orientación.
Tras cruzar la playa, nos incorporamos a una pista de hormigón con fuerte inclinación que nos conduce hasta un chiringuito. Aquí encontramos la primera señalización: la ciudad romana de San Nik está a cuatro kilómetros y la playa de Caballería a cinco. Tomamos la pista a la izquierda y luego un cruce a la derecha, perfectamente indicado. El mar aparece ante nosotros con los primeros rayos de sol. Disfrutamos de un recorrido precioso por todo el cabo hasta llegar a la zona llamada “Macar Grande”, con su tierra rojiza y playas cerradas, manteniendo el faro siempre como referencia.
Tramo intermedio: Binimel·là y Cala Barril
El sendero bordea el litoral, ofreciendo vistas impresionantes y pasando por la playa salvaje de Marcar Grande. Continuamos hasta la ciudad romana, desde donde tomamos dirección hacia la playa de Caballería, dejando el faro a nuestra derecha. Tras unos kilómetros por asfalto llegamos al parking de la playa, desde donde accedemos a la arena para nuestra primera parada y un breve desayuno. La playa, con arena amarilla y aguas tranquilas, estaba prácticamente vacía a estas horas de la mañana.
Salimos de la playa por un pequeño sendero en ascenso hacia Cala Mica, alternando subidas y descensos hasta llegar a Binimel·là. Esta playa es oscura, salvaje y poco urbanizada, un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza. Desde aquí continuamos por un recorrido de tierra rojiza y roca volcánica hacia Cala Barril, cruzando algunas casas aisladas y dejando momentáneamente la costa. Llegamos a Cala Barril, solitaria y tranquila, desde donde subimos por un sendero inclinado hasta Cala Calderer, donde encontramos una pequeña choza con porche.
Ascensos y tramos exigentes: Els Alocs y playa del Pilar
Desde Cala Calderer iniciamos una subida intensa en dos tramos, con un tramo horizontal intermedio, hasta encumbrar la zona que nos llevará a la playa de Els Alocs, a tres kilómetros y medio de distancia. Tras esta subida seguimos un tramo horizontal y otra subida exigente hasta alcanzar la cima, completando un total de 650 metros de desnivel positivo. Llegamos a Els Alocs, desde donde iniciamos la tercera parte de la jornada.
Avanzamos hacia la playa del Pilar por un sendero junto al acantilado, alternando subidas cortas y descensos hasta llegar a la cala, de arena rojiza, donde hacemos una parada para refrescarnos. Desde la playa seguimos hacia la zona conocida como Macar, con un mirador que ofrece vistas espectaculares y una pasarela que nos conduce a la arena. Continuamos hasta la playa de rocas del Macar, bajando unos metros y rodeando paredes de roca rojiza.
El sendero nos lleva después por carrascas y matorral bajo, con sombra muy apreciada en este tramo. Avanzamos por un primer tramo de bosque y luego por campos de cultivo, con desniveles menos agresivos y pistas largas y progresivas. Pasamos cerca de la playa de Estancats, sin desviarnos, para afrontar el tramo final hacia Cala Morell.
Descenso y llegada: Cala Morell
Desde el parking descendemos por una pista arenosa, donde es posible observar tortugas, hasta llegar a una pequeña cala con puerto de atraque, un aljibe y un sendero lateral que nos permite recorrer un rinconcito de piedra. Continuamos por un sendero impresionante junto al acantilado, bordeando el cabo. Al cruzarlo se abre un espectacular acantilado rojizo y amarronado, un rincón muy especial.
Finalmente, entramos en Cala Morell, siguiendo un sendero junto a un muro de piedra, hasta divisar los chalés y casas blancas. Salimos a una urbanización y emprendemos el descenso hacia la zona baja del pueblo, donde se encuentra nuestro alojamiento.
Fin de etapa
Cala Morell es un lugar paradisiaco, con urbanización tranquila y apartamentos donde relajarse y disfrutar de las calas. Hay un par de restaurantes y una pequeña tienda; más allá de estos servicios, no encontramos comercios en el pueblo. Desde aquí es posible visitar los restos de un torreón y cuevas del Neolítico, un sitio ideal para descansar y disfrutar del entorno sin prisas. Este sitio cuenta con muy pocos servicios. Así que es importante calcular lo que necesitamos de agua y comida.
Apartamentos Sa Cala. Urb. Cala Morell, Ciutadella, Menorca.
| Web oficial |
| Distancia | Duración | Desnivel + | Desnivel - | Altura máxima | Altura mínima | IBP Index |
|---|---|---|---|---|---|---|
| 19.1 km | 06:44 h | +319 m | -360 m | 106 m | 0 m | 47 HKG |
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Inicio de la jornada: Cala Morell y la necrópolis
Comenzamos la cuarta jornada desde Cala Morell, saliendo nuevamente hacia la urbanización por la carretera en descenso. A pocos metros del hotel donde habíamos pasado la noche se encuentran los restos de la necrópolis de Cala Morell, un importante yacimiento prehistórico formado por cuevas excavadas en la roca, que pueden visitarse libremente.
Tras atravesar la zona arqueológica, tomamos una carretera en subida bastante pronunciada que nos conduce hacia el camino del faro de Punta Nati. A nuestra izquierda queda un profundo barranco donde se abren algunas de las cuevas de la antigua necrópolis.
Camino al faro de Punta Nati
Nada más superar la cuesta, encontramos las primeras indicaciones del Camí de Cavalls en dirección a Punta Nati. El sendero discurre cerca del acantilado por terreno de piedra caliza muy porosa, lo que explica la gran cantidad de cavidades naturales formadas por la erosión.
El recorrido avanza durante algo más de un kilómetro junto al acantilado, en un tramo muy agradable y panorámico, hasta que giramos bruscamente a la izquierda y dejamos atrás la costa. A partir de aquí seguimos junto a un alto muro de piedra, entre campos abiertos y vegetación baja.
Más adelante, el camino enlaza con un cruce donde tomamos una pista empedrada a la izquierda, para poco después volver a girar a la derecha. Todo este tramo discurre sobre terreno pedregoso, típico del paisaje menorquín, sin apenas sombra. Al fondo, el faro de Punta Nati sirve como referencia constante.
Faro de Punta Nati y zona del naufragio
Tras varias horas de marcha llegamos al faro de Punta Nati, un lugar solitario y ventoso que fue construido a raíz de un trágico naufragio ocurrido a comienzos del siglo XX. En aquel suceso murieron más de cien personas, y solo hubo un superviviente. No se llega al mismo faro, queda como a un kilómetro, nosotros nos hemos acercado aunque hay alguna cala, no se puede visitar.
Sin llegar hasta el faro propiamente, enlazamos con otro camino que avanza de frente, esta vez en dirección a Ciutadella. Dejamos a nuestra derecha la pequeña cala conocida como Cala des Morts, llamada así precisamente por aquel naufragio. El terreno sigue siendo pedregoso y sin vegetación, con vistas espectaculares sobre los acantilados.
Tramo final: Mirador de la Falconera, Pont d’en Gil y llegada a Ciutadella
A lo largo del camino aparecen numerosas estructuras de piedra seca que sirvieron antiguamente como corrales para el ganado, integradas en el paisaje rural menorquín. Continuamos avanzando entre fincas delimitadas por muros hasta llegar al mirador de la Falconera, uno de los puntos más bellos del recorrido. Desde aquí se puede contemplar toda la línea de acantilados recorrida y los entrantes de la costa norte.
Pocos metros después del mirador encontramos un punto geodésico. Rodeamos esta zona por un sendero inferior y pasamos junto a una depuradora cercana a la costa. Nuestro siguiente objetivo está a poco más de un kilómetro: el famoso y fotografiado Pont d’en Gil, un arco natural de roca que forma un puente sobre el mar.
Tras atravesar la zona de la depuradora, salimos a una pequeña carretera que seguimos unos metros hasta tomar una pista paralela a los acantilados. Pronto llegamos a una urbanización con un gran hotel, varios alojamientos y un supermercado. Desde aquí es habitual que muchos visitantes se acerquen a contemplar el atardecer en el Pont d’en Gil.

Entramos en la zona residencial de Cala en Blanes, donde el entorno ya es plenamente turístico y urbano. Seguimos por calles con comercios y apartamentos hasta enlazar con la bajada a la cala, una zona muy frecuentada por bañistas y familias. Desde allí unas escaleras nos suben a un paseo marítimo que recorreremos durante los últimos dos kilómetros y medio hasta el centro de Ciutadella.
El camino transcurre junto al puerto natural, rodeado de casas de lujo con embarcaderos privados. A falta de un kilómetro y medio pasamos por el faro de Ciutadella y una pequeña ermita mirador, desde donde ya se divisa el casco antiguo.
Finalmente llegamos a la Cala dels Frares, donde aprovechamos para refrescarnos. A partir de aquí nos queda un último kilómetro urbano hasta el alojamiento, con lo que damos por finalizada la etapa.
Resumen de la jornada:
Ha sido una jornada de paisajes abiertos, sin grandes desniveles pero con terreno muy pedregoso e irregular que exige atención constante para evitar torceduras. Aunque no presenta dificultad técnica, el firme resulta algo cansado para los tobillos. Las vistas, sin embargo, compensan el esfuerzo, especialmente en la zona del Pont d’en Gil y la llegada al puerto de Ciutadella.
| Alojamiento Tres Tocs, Carrer d’Alaior 9, Ciutadella, Menorca |
| Web oficial / hotel site |
| Distancia | Duración | Desnivel + | Desnivel - | Altura máxima | Altura mínima | IBP Index |
|---|---|---|---|---|---|---|
| 31.2 km | 09:36 h | +319 m | -498 m | 40 m | 0 m | 74 HKG |
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Salida desde Ciutadella
No puedo empezar esta descripción sin mencionar que pasaremos por alguna de las playas más bonitas de Menorca y creo que del mundo. Tienen un encanto único y hay que valorar el producto nacional como se merece. Comenzamos la jornada en el centro de Ciutadella, tomando dirección hacia la plaza del Borne. Desde allí, seguimos las marcas del Camí de Cavalls en busca de la salida de la ciudad. Los primeros kilómetros transcurren por asfalto, atravesando zonas urbanas hasta la Playa Gran, donde seguimos avanzando hasta una rotonda. Tomamos el desvío a la derecha en dirección al puerto deportivo y, a partir de este punto, empezamos a bordear la costa.
Seguimos un bonito paseo marítimo junto al litoral, avanzando hacia Cala Santandria y la torre de defensa de Santa Àgueda. A partir de aquí, el trazado alterna tramos de tierra con otros de asfalto, siempre próximo al mar.
El sendero pasa muy cerca de la torre, y poco después salimos a un paseo marítimo que nos lleva hasta la Caleta, una preciosa cala rodeada de viviendas y restaurantes. La bordeamos por la carretera, avanzando entre urbanizaciones, y bajamos por unas escaleras hasta la arena de Cala Santandria, donde el entorno ya se muestra plenamente turístico.
Camino hacia Cala Blanca y el faro de Cap d’Artrutx
Llevamos alrededor de cinco kilómetros y nos situamos ahora en la otra vertiente, junto a la torre de Santandria. El terreno se vuelve más rugoso y vamos pasando por diferentes urbanizaciones hasta llegar a Cala Blanca, una zona muy urbanizada, con villas de lujo, supermercados, farmacia y varios restaurantes.
El camino continúa hacia el suroeste en busca del Cabo de Artrutx. Tras pasar Cala Blanca, atravesamos una zona de pista abierta que nos conduce durante unos tres o cuatro kilómetros hasta el faro. Antes de llegar encontramos otro pequeño núcleo urbano, con servicios y lugares donde poder comer o descansar.
El faro de Cap d’Artrutx marca el final de este primer tramo. Es un edificio restaurado que alberga un restaurante con terraza frente al mar, un lugar agradable para hacer una parada. Hasta aquí hemos recorrido unos catorce kilómetros en un terreno con tramos de asfalto y paseos marítimos intercalados con caminos de piedra.
De Cap d’Artrutx a las calas del sur
Reanudamos la marcha dejando el faro a nuestra espalda y seguimos las marcas del Camí por el paseo litoral. Este tramo es especialmente bonito: discurre por algunas de las calas más populares y fotografiadas de Menorca.
Tras cruzar un canal junto a un club náutico mediante un pequeño puente, avanzamos por la otra vertiente hasta la zona conocida como Cala en Bosch, con hoteles, supermercados, restaurantes y una playa amplia de arena blanca. Pese a su carácter turístico, conserva cierto encanto marinero.
Dejamos atrás la zona urbana y tomamos un sendero con preciosas vistas hacia el faro. Es un camino frecuentado por excursionistas que se acercan al Arenal de Son Saura, una de las playas más bellas del sur de la isla. El itinerario ofrece referencias de otras playas: Platja de Bellavista a 5 km, Es Talaier a 7 km y Cala Turqueta, nuestro objetivo para el baño, a 9 km.
Tramo costero hacia Son Saura y Cala Turqueta
El sendero avanza por pistas y tramos pedregosos, combinando pequeñas calas y rincones de roca con zonas boscosas. Pasamos junto a una curiosa cala en forma de cueva, y más adelante por Cala Son Vell, de roca y difícil acceso.
Poco a poco el paisaje se abre hasta mostrarnos las espectaculares playas de Son Saura, con su fina arena blanca y aguas turquesas. Son, sin duda, de las más bonitas del recorrido. La playa tiene dos sectores separados por una pasarela de madera que permite cruzarla por completo.
Desde aquí seguimos un tramo de algo más de un kilómetro y medio hasta la pequeña Cala Es Talaier, de gran encanto y rodeada de pinos. Aunque es reducida, resulta muy tranquila y con un ambiente relajado. Después continuamos dos kilómetros más hasta Cala Turqueta, donde termina esta segunda parte de la jornada.
En total, llevamos ya cerca de treinta kilómetros desde la salida de Ciutadella. Este tramo ha sido largo pero muy agradable, con alternancia de pista, sendero y algo de roca, y con algunas de las playas más icónicas de Menorca.
De Cala Turqueta a Cala Galdana
El último tramo nos lleva de Cala Turqueta a Cala Galdana, pasando por Macarella y Macarelleta. El camino es boscoso y sombreado, muy agradable. Llegamos primero a un desvío que baja hacia Cala Macarelleta, una cala pequeña y de gran belleza, situada a pocos metros de Macarella. Vale la pena desviarse unos minutos para contemplarla o incluso bañarse.
Desde Macarelleta enlazamos fácilmente con Cala Macarella, donde hay un restaurante y un chiringuito abiertos en temporada. La playa es espectacular, rodeada de acantilados y pinos, y suele ser una de las más visitadas de la isla.
Dejamos la cala por un sendero tallado en la roca, que asciende con un desnivel considerable hasta la parte alta. El camino continúa paralelo a los acantilados hasta ofrecer una vista panorámica sobre la siguiente bahía. Finalmente, tras un último descenso, llegamos a Cala Galdana, punto final de la etapa.
Se trata de una amplia playa de arena blanca, muy turística, con hoteles, bares y restaurantes. Pese a su carácter urbano, el entorno natural es precioso y el color del agua mantiene el encanto de las calas del sur.
Resumen de la etapa
Esta ha sido una jornada larga, de más de 30 kilómetros, pero con escaso desnivel y continuos atractivos paisajísticos. La primera parte, entre Ciutadella y el faro, presenta tramos de asfalto y paseos costeros; la segunda, desde Son Saura a Galdana, transcurre por caminos de arena y pinares, con algunas de las playas más emblemáticas de Menorca.
Nos alojamos en el Galdana Garden, un hotel muy próximo a la playa y frente a un pequeño puerto recreativo. En esta zona hay varios restaurantes recomendables, como el Bona Vida, además de supermercados y servicios. Cala Galdana es una localidad completamente turística, nacida del desarrollo hotelero, pero ofrece todas las comodidades para el descanso tras la etapa.
Galdana Gardens, Cala Galdana, Menorca. Web oficial |
| Distancia | Duración | Desnivel + | Desnivel - | Altura máxima | Altura mínima | IBP Index |
|---|---|---|---|---|---|---|
| 29.3 km | 09:16 h | +707 m | -671 m | 72 m | 0 m | 80 HKG |
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Inicio de la ruta: De Cala Galdana a Cala Mitjana
Aquí vamos a encontrar algunos enclaves diferentes, varios tramos de impresionante bosque mediterráneo y con una frondosidad única. Un cambio de parajes increíbles. Y por qué no decirlo, la combinación del crecimiento turístico con las fincas tradicionales de la isla. Una jornada de contrastes.
Comenzamos la jornada en Cala Galdana, un enclave curioso dividido en dos partes separadas por la entrada del mar. Hemos dormido en la zona del pueblo y cruzamos el puente principal, donde está la carretera, para entrar en la playa. Tras recorrerla entera, pasando junto a los chiringuitos, iniciamos una subida por un bonito barranco boscoso y frondoso. La lluvia de la noche anterior ha dejado el ambiente fresco y agradable.
El ascenso se realiza por unas escaleras de piedra que nos sacan a una zona urbanizada, justo a la espalda del hotel Meliá. Allí seguimos las indicaciones hacia Cala Mitjana, situada a dos kilómetros. Cruzamos unos metros por la urbanización y enseguida tomamos una pista ancha y empinada hasta alcanzar esta bonita cala recogida, tranquila y paradisíaca. Llegamos temprano y sin gente, un lugar ideal para disfrutar de la calma y la naturaleza.
Tramo intermedio: De Cala Mitjana a Santo Tomás
Desde Cala Galdana es un paseo perfecto de ida y vuelta. Continuamos el recorrido por el bosque, dejando la cala a la derecha y avanzando entre pinares frondosos. A pocos metros encontramos un desvío señalizado que indica la siguiente playa, Binigaus (8 km) y el pueblo de Sant Tomàs (9 km), primer objetivo del día.
El sendero avanza entre pinos y carrascas hasta cruzar el barranco de Trebalúger, cultivado y rodeado de campos de tierra rojiza. Caminamos por un lateral y giramos en descenso hacia la salida al mar, cruzando el barranco por una pasarela de bloques de hormigón. Este tramo resulta especialmente diferente, con un paisaje muy húmedo y sombrío, casi otro Menorca. Ignoramos el desvío hacia la Cueva dels Coloms y seguimos hasta la playa de Binigaus, una zona tranquila que combina arena y roca. Desde allí apenas restan 900 metros hasta Santo Tomás.
Ascenso y paso por Sant Tomás y Son Bou
El último tramo discurre por una pista arenosa muy próxima al mar, un paseo agradable donde la arena gris contrasta con la tierra rojiza. Al entrar en la población enlazamos con la playa de Sant Tomàs, donde se concentran los hoteles, bares y servicios turísticos. Es una zona exclusiva, con ambiente relajado y buenas vistas.
Continuamos por el paseo junto a los hoteles hasta enlazar con el sendero del Camí de Cavalls. Comienza un suave ascenso por terrenos costeros con vistas hacia Son Bou, a unos cinco kilómetros. El camino bordea una gran finca de cultivo y seguimos las marcas que giran a la izquierda, evitando la playa. Este rodeo nos conduce por campos de olivos y zonas rurales donde pastan caballos.
Tramo final: De Son Bou a Cala en Porter
En esta parte encontramos un río crecido que nos obliga a avanzar por una pista unos metros y buscar un paso más estrecho para cruzarlo. Alguna gente se quita las botas para cruzar, pero está lleno de barro y no es muy recomendable. Otra opción más directa sería hacerlo por la playa. Retomamos el sendero y atravesamos varias fincas agrícolas, disfrutando de una visión más rural de la isla.

Poco a poco entramos en la urbanización de Son Bou, con hoteles y apartamentos. Sin perder altura, tomamos una calle longitudinal hasta la zona comercial, donde hacemos una pausa antes de afrontar los últimos kilómetros hasta Cala en Porter. Este tramo combina la parte rural con el desarrollo turístico típico del litoral menorquín.
Tras un descanso y algo de comida, enlazamos con el tramo 16 del Camí de Cavalls. Pasamos junto a los restos de una iglesia paleocristiana antes de bajar a Cala en Porter para hacer algunas fotos. Es una playa alargada, de arena clara, aunque muy urbanizada. Volvemos a subir hasta enlazar de nuevo con el sendero principal, que asciende por terreno rocoso hacia una zona protegida con refugio. Desde arriba se obtienen vistas espectaculares del barranco, la iglesia y la bahía.
Superada una pequeña subida y bajada llegamos a la tranquila Cala de Cales Coves, un rincón virgen rodeado de vegetación. Desde aquí afrontamos una nueva subida que nos lleva por campos de viñas y zonas de cultivo hasta alcanzar la carretera asfaltada. Seguimos a la izquierda y cruzamos otro barranco, frondoso y lleno de árboles frutales. Unas escaleras nos suben hasta una era, antiguo espacio agrícola, y descendemos hacia el fértil valle donde se asienta la urbanización de Cala en Porter.
El camino finaliza en un amplio aparcamiento que da acceso a la playa. Bajamos hasta la zona comercial, con bares y supermercados, y regresamos al parking para ascender por carretera hasta la parte alta del pueblo, donde tenemos nuestro alojamiento en el Hostel Castell de L’Omnia, una construcción en forma de castillo muy curiosa.
Can Roca Nou, Calle Santa Caterina 4, Mahón (Menorca). Web oficial
| Distancia | Duración | Desnivel + | Desnivel - | Altura máxima | Altura mínima | IBP Index |
|---|---|---|---|---|---|---|
| 31.7.3 km | 09:26 h | +707 m | -519 m | 63 m | 0 m | 76 HKG |
Enlace wikiloc
Nuestro alojamiento está muy cerca del punto de partida, así que iniciamos la jornada con calma y bien descansados. En pocos minutos enlazamos con la zona comercial donde cenamos la noche anterior y retomamos las marcas del Camí de Cavalls. El día amanece algo lluvioso, lo que hace el recorrido más fresco y agradable.
Avanzamos durante algo más de un kilómetro por asfalto hasta enlazar con el sendero que conduce hacia el primer objetivo del día. Pronto alcanzamos el cruce que indica el desvío hacia Cales Coves, una cala encajada entre acantilados, con restos arqueológicos y cuevas excavadas en la roca. Nos acercamos un momento para contemplarla antes de regresar al trazado principal en dirección a Binisafúller.
Tramo intermedio: De Cales Coves a Binisafúller
Desde el desvío el camino atraviesa una zona de vegetación muy frondosa, húmeda y sombría, con suaves ascensos y descensos hasta llegar a la zona recreativa de Es Canutells. Pasamos junto a la playa, salimos al asfalto y nos adentramos en una zona residencial de chalets y villas.
Tras cruzar esta urbanización seguimos por carretera en dirección a Binisafúller, distante unos cinco kilómetros. Caminamos junto a un pequeño arcén durante algo más de un kilómetro y medio, con el aeropuerto muy cerca, lo que hace que cada poco tiempo pasen aviones sobre nuestras cabezas. Finalmente alcanzamos la costa y la cala de Binisafúller, de aguas claras y ambiente tranquilo.
De Binisafúller a Binibèquer Vell
Desde Binisafúller iniciamos el tramo 18 del Camí de Cavalls, que nos lleva hasta el pintoresco pueblo de Binibèquer Vell, uno de los lugares más fotografiados de la isla. En pocos minutos llegamos a este conjunto de casas blancas con callejones estrechos, patios y pequeños embarcaderos que parecen sacados de una postal mediterránea.
El pueblo fue construido en los años 70 imitando la arquitectura tradicional menorquina. Aunque hoy es una zona muy turística, conserva su encanto. Hay tiendas, cafeterías y un ambiente animado. Tras una breve visita continuamos hacia Binibèquer Nou, más moderno y con restaurantes, heladerías y supermercados.
Hacia Punta Prima y la Isla del Aire
Abandonamos las urbanizaciones y tomamos un arcén ancho compartido por ciclistas y senderistas. Caminamos con vistas abiertas hacia el mar, donde el paisaje cambia: la costa se vuelve rocosa y las casas se asoman al borde del acantilado en busca de las mejores vistas.
Con el faro de la Isla del Aire como referencia, avanzamos hacia el sur pasando por pequeñas calas con embarcaderos. El sendero bordea el litoral, pasa junto a una torre de vigilancia bien conservada y ofrece una magnífica panorámica del faro situado en la pequeña isla frente a Punta Prima.
Tras casi veinte kilómetros de recorrido alcanzamos la playa de Punta Prima, donde hacemos una pausa para comer en el restaurante Casa Santi y disfrutar de la gastronomía local.
Tramo final: De Punta Prima a Cala de Sant Esteve y Mahón
Reanudamos la marcha por el paseo marítimo de Punta Prima, enlazando con el sendero que bordea el cabo conocido como la Isla del Aire, una zona abierta y ventosa, pero muy agradable para caminar. El camino discurre junto al mar y pasa por una torre de vigilancia costera desde donde se divisa la cala de Alcaufar, rodeada de pequeñas casitas de veraneo.
Tras cruzar esta zona tomamos la carretera en ascenso hacia la parte alta del pueblo, salimos a la carretera general y giramos a la izquierda en busca del desvío hacia Rafalet. Desde allí seguimos las señales hacia la Cala de Sant Esteve, situada a unos cuatro kilómetros y medio.
El sendero nos lleva hasta un bonito embarcadero con aguas tranquilas y restos del Fuerte de Marlborough, un antiguo recinto militar que domina la entrada al puerto de Mahón. Es un entorno apacible y muy fotogénico.
Desde aquí afrontamos el último tramo hasta Es Castell, caminando por carretera. Cruzamos la población, pasamos junto a un antiguo molino de viento y el Castillo de San Felipe, que aún conserva parte de su estructura original y puede visitarse.
Finalmente, tras una jornada larga y variada, llegamos a Mahón, donde el Camí de Cavalls concluye junto a la escultura de los caballos, símbolo del jaleo menorquín.
Resumen de etapa
Cerramos el Camí de Cavalls con una etapa completa y diversa, que combina calas escondidas, tramos de bosque, caminos rurales y pueblos costeros llenos de vida. El recorrido ofrece una excelente muestra del contraste de Menorca: su naturaleza salvaje y su lado más turístico, siempre bajo la brisa del Mediterráneo.
Qué ver en Menorca: Mahón, Ciutadella y el corazón de la isla
Menorca es una isla que combina historia, paisaje y autenticidad en cada rincón. Sus dos principales ciudades, Mahón y Ciutadella, reflejan los contrastes culturales que la han marcado a lo largo de los siglos, mientras que el interior conserva la esencia más rural y tradicional de la isla.
En el centro de Menorca, una de las visitas imprescindibles es el Monte Toro, el punto más alto de la isla con 358 metros de altitud. Desde su mirador se obtienen panorámicas espectaculares de toda la costa y del interior, especialmente en días despejados. En la cima se encuentra el Santuario de la Virgen del Toro, patrona de Menorca, en la población de Es Mercadal, un lugar tranquilo y con encanto donde vale la pena hacer una parada.
La parte oriental está dominada por Mahón, capital administrativa y uno de los puertos naturales más grandes del Mediterráneo. Entre sus puntos de interés destacan la Plaza de la Explanada, centro neurálgico de la ciudad, el Carrer de Ses Moreres, con tiendas y cafeterías locales, y varios espacios históricos como el Castillo de San Felipe y el Castillo de La Mola, ambos en la entrada del puerto. También son recomendables la Iglesia de San Francisco, el Museo de Menorca, la Iglesia de Santa María y el Claustro del Carmen, donde se celebra un animado mercado artesanal. Desde el Mirador del Pont del Castell se obtienen unas vistas magníficas del puerto y su entorno.
En el extremo occidental, Ciutadella conserva el aire señorial de su pasado como antigua capital. Su casco antiguo es un laberinto de calles empedradas donde se concentran los principales monumentos. Destacan el Molino de los Condes, hoy convertido en restaurante, el Convento de Santa Clara, la Catedral de Santa María y la Plaza del Obelisco, epicentro histórico y social de la ciudad. A las afueras, merece la pena visitar las canteras de Líthica, un espacio sorprendente de arte y naturaleza donde antiguas canteras se han transformado en jardines y laberintos de piedra.
Los yacimientos talayóticos de Menorca
Menorca conserva uno de los conjuntos arqueológicos prehistóricos más notables del Mediterráneo. Los yacimientos talayóticos, declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2023, son testimonio de la cultura que habitó la isla entre el 1.600 y el 300 a.C. Estas comunidades dejaron un paisaje salpicado de monumentos megalíticos únicos, como las taulas, los talayots y las navetas, construcciones de piedra que servían como templos, torres de vigilancia o sepulcros colectivos.
Entre todos los yacimientos, el más impresionante y mejor conservado es el de Torre d’en Galmés, situado cerca de Alaior. Este poblado se extiende sobre una colina desde la que se domina gran parte de la costa sur, una ubicación estratégica que explica su importancia. El conjunto incluye varios talayots, restos de viviendas circulares, una taula ceremonial y un ingenioso sistema de canales de recogida de agua. Pasear por sus ruinas permite imaginar cómo vivían los primeros habitantes de Menorca y entender la conexión entre su arquitectura y el paisaje.














































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