martes, febrero 9

¿CÓMO AFRONTAR MENTALMENTE UN PARÓN EN TU ENTRENAMIENTO?




Generalmente los deportistas, tanto amateur como profesionales, acudan en busca del entrenador para que planifiquemos una temporada, competiciones, retos, etc. Tenemos que organizar entrenamientos, cantidad de horas y kilómetros junto a la intensidad de los mismos. Y esto supone en muchos casos incrementar horas y número de días a la semana los entrenamientos. Este comienza a tomar prioridad en la vida de nuestros deportistas. Llegando incluso a conformar nuestra personalidad y la imagen que reflejamos de nosotros mismo. Pero que ocurre cuando por algún motivo: una lesión, un cambio de ciudad, nacimiento de un hijo u otros motivos, nos vemos obligados drásticamente a parar toda nuestra actividad. A reducir casi en su totalidad cualquier tipo de práctica deportiva que llevábamos haciendo igual varios años (incluso toda la vida).  
Aparece un hueco de muchas horas en nuestra semana que queda vacío, desierto. Nuestra personalidad asociada a un "runner", un "montañero" o un "futbolista" queda huérfana. He hablado y entrenado con muchos deportistas que tras varios años a un buen nivel y sobre todo con muchas horas de entrenamiento semanales, que habían convertido el deporte en uno de sus pilares principales de su vida, se ven obligados a abandonar completamente la actividad. Cuantos deportistas profesionales (ciclistas, futbolistas, jugadores NBA, etc.) cuando abandonan la liga profesional, quedan perdidos, sin rumbo llegando incluso a lanzarse a la bebida, drogas e incluso al suicidio. 
En este artículo Marisa toca de lleno esta situación y nos propone un cambio de paradigma importante. Creo que es muy importante para el entrenador y por supuesto asesorado por su  psicóloga deportiva, enseñar a sus deportistas la forma de acelera ese ritmo de vida que supone asumir más horas de entrenamiento y sobre todo a mayor intensidad, como trabajar en conjunto a la hora de desacelerar tras una competición o varios años en el primer nivel. Concilliando así nuestra nueva situación con la vida laboral, familiar, etc. 
Aquí os dejo con el artículo que seguro será de muy buen provecho. Y agradecer a C. P. y R. T. por animarnos a tocar este tema tan interesante. Esperamos esos temas que os interesan para tratar de darle algo de visibilidad. Un saludo. 





 ¿Cómo afrontar mentalmente  un parón en tu entrenamiento?

Existen infinidad de situaciones que pueden trastocar nuestros planes deportivos: desde una lesión hasta… quién lo diría hace un año… ¡Una pandemia mundial!

Un acontecimiento como éste nos descoloca: los calendarios cambian y, como consecuencia, nuestro entrenamiento ha de adaptarse.  Hemos de aceptarlo, ya que nuestro entorno es así: CAMBIANTE. A pesar de ello, es difícil no sentir melancolía. Nos han quitado la ¨motivación¨ y trastocado nuestras ilusiones.

Recomiendo leer mis artículos previos: “Cómo plantearnos el deporte en épocas de pandemia” y “¿Por qué corres?”, ya que te darán algunos consejos acerca de cómo adaptarte y encontrar tu motivación intrínseca para crear TU rutina de deporte.

Resumiré lo que dicen: la clave hoy en día es reinventarse. Usa tu creatividad para divertirte en el deporte y para no verlo como una obligación, sino como una medicina para nuestra salud mental y física.





Si el hecho que nos ha trastocado es tanto calado que nos obliga a parar de entrenar del todo, como en el caso de una lesión, el proceso que se experimenta, no os riais, es parecido al duelo. Al fin y al cabo estás perdiendo algo que te define, y ésta sociedad no acostumbra a prepararnos para cosas así.

Así que aquí  seré yo la que lo haga. Ante cosas como éstas vamos a experimentar:

  1. Confusión, shock, bloqueo: aparecen ciertos pensamientos de negación en este proceso: “no, no puede ser, no es para tanto, dos días de descanso y retomo la rutina otra vez”.

  2. Ira y enojo. En esta etapa, sigues sin creértelo pero ya tomas una actitud de rabia. Intentas correr, pero la realidad es que no puedes ni andar dos pasos. Por supuesto, eso te frustra aún más.

  3. Culpa: “si hubiera corrido con más atención, no estaría lesionado”, “Si hubiera descansado como me pedía el cuerpo, esto no me habría pasado, mi entrenador tenía razón”. 

  4. Tristeza, decepción, aislamiento, incluso sentimientos de depresión: lo que nos llena de vida en nuestro día a día ya no está, y eso repercute en nuestros estados anímicos. 

  5. Aceptación: en esta etapa es donde te rindes y ves las cosas como son, sin darle vueltas a la cabeza, ni montarte películas. Estás lesionado, es un hecho. 


En ésta última fase donde empiezas a enfocarte en la solución y aparece otro objetivo muy interesante para tu restablecimiento: preguntarte cuáles son los pasos a seguir para recuperarte.

¡Cuidado! A pesar de la famosa escena en la que Homer Simpson sufre éstas fases por orden y en un brevísimo espacio de tiempo (https://www.youtube.com/watch?v=hHzZBj42wSQ), en la vida real esto no es así y estos episodios evolucionan sin un orden específico. Es normal que empieces muy motivado (al fin y al cabo eres deportista), pero existen muchas probabilidades de que sufras un bajón. Es normal.

Acepta lo que te vaya viniendo y relájate: deja de negociar con tus pensamientos y con tu situación. Estás lesionado: toca escuchar a los profesionales de la rehabilitación para una pronta recuperación. 

Cambia el chip




En vez de tomarte el parón deportivo a la tremenda, míralo desde otra perspectiva.  Una lesión puede darte una oportunidad de aprendizaje, ya que pueden trasmitir cierta información que estés negando de tu día a día, de tu forma de entrenar e identificarte con tu deporte. En este punto, te recomiendo leer el artículo “Herramientas para anticiparte a las lesiones” donde obtendrás más información sobre este tema en concreto.

Tenemos la libertad de elegir cómo nos enfocamos ante un problema. Recuerda que nuestra interpretación ante una situación es muy subjetiva (y no siempre es cierta) y eso mismo nos crea mucho dolor y sufrimiento . Te reto a verlo de diferente manera, de un modo más adaptativo. El único que realmente puede ayudarte en el proceso de recuperación eres . Entrena tu mente para tu pronta vuelta al deporte. 

Cómo? A través del lenguaje interior y la visualización creativa



Cambia el chip☺

Y lo más importante cuando hay un parón deportivo: es momento de ser más compasivos con uno mismo: no te culpes por no haber escuchado a tu entrenador, no haber hecho, no haber descansado, no escuchar tu cuerpo, etc. En su momento, decidiste, aprende y recupérate.

 Este parón, quizás te dé la oportunidad de descubrir esas facetas de tu vida que habías dejado aparcadas. Quizás sea hora de pasar más tiempo con los hijos, de retomar una antigua afición, concentrarse en otros aspectos deportivos y en superar esas debilidades que te impiden ser un deportista completo (centrarte en el trabajo de fuerza, por ejemplo). 

REINVENTARSE: reconectar con otras facetas de nuestro SER que las teníamos olvidadas y que nos pueden aportar esa PAZ INTERIOR al mantener nuestra mente ilusionada con otros objetivos.

Espero que os haya ayudado.



No dudéis en contactar con esta gran profesional y por supuesto estaremos muy atentos  esperando las siguientes propuestas de Marisa. Aquí os dejo sus datos de contacto para todos los que queráis poneros en contacto con ella. Un saludo. 

Consulta Presencial y Online. Teléfono: 626461756; email:hola@marisarichelle.com/marisa.richelle.psicologa@gmail.com; www.marisarichelle.com







2 comentarios:

Unknown dijo...

Me ha encantado.. muy buenos consejos 🤗

GRAN MOSKYS dijo...

Gracias por tu comentario. Un saludo...