“Tanto si crees que puedes como que no, estás en lo cierto”
-Henry Ford
La autoconfianza es la interpretación que haces de ti mismo frente a ciertas áreas de tu vida y, como no, también tiene mucho impacto en cómo te ves como deportista. En base a tus experiencias pasadas, a los comentarios de los demás y a la comparación con otros, uno se construye una imagen propia y actúa en consecuencia. En resumidas cuentas, te estás etiquetando de manera inconsciente, limitando tu potencial, apoyándote en los elementos externos y descentrándote del momento presente.
Sé abierto respecto a tus posibilidades.
Sin embargo, hay buenas noticias: la confianza se
entrena.
Es como otro músculo y necesita trabajo y paciencia para desarrollarse.
¿Cómo? Lo ideal es que la confianza sea una variable estable,
controlable por uno mismo. Si buscas en el exterior pruebas de tu valía,
puede que te estrelles: el exterior es cambiante y apenas tenemos control sobre
él.
Has de encontrar un equilibrio entre el refuerzo externo y
el interno. Si logras ser consciente de
tus pensamientos, emociones y acciones, desarrollarás tu autoconfianza de una
manera más efectiva.
Equilibra lo intrínseco y extrínseco, lo segundo no lo
puedes controlar.
Sé abierto respecto a tus posibilidades.
Sin embargo, hay buenas noticias: la confianza se
entrena.
Es como otro músculo y necesita trabajo y paciencia para desarrollarse.
¿Cómo? Lo ideal es que la confianza sea una variable estable,
controlable por uno mismo. Si buscas en el exterior pruebas de tu valía,
puede que te estrelles: el exterior es cambiante y apenas tenemos control sobre
él.
Has de encontrar un equilibrio entre el refuerzo externo y
el interno. Si logras ser consciente de
tus pensamientos, emociones y acciones, desarrollarás tu autoconfianza de una
manera más efectiva.
Equilibra lo intrínseco y extrínseco, lo segundo no lo puedes controlar.
Dimensiones de la
Confianza
Dimensiones de la Confianza
La autoconfianza en el deporte se ayuda de la
consecución, aprendizaje y el logro
de ciertas aptitudes. Éstas son:
-Condición física y entrenamiento: los entrenamientos
ayudan a mejorar tu forma física, pero también demuestran los resultados de la
disciplina y la constancia. Enseñan que lo que al principio creías imposible no
lo es. Eso te dota de una increíble confianza
para seguir superándote, tanto física como mentalmente.
El entreno mejora el físico… y la mente.
-Habilidades Psicológicas: para superar los
entrenamientos, inconscientemente, has tenido que apoyarte en recursos mentales
que tienes: ya sea tu diálogo reforzador, tu “obsesión” para superarte, o tu concentración
plena en el momento. De manera innata, los deportistas, acuden a una técnica para disasociarse del
dolor y del sufrimiento para seguir adelante. También hay que reconocer
que el entrenador y los compañeros aportan un gran valor a tu rendimiento, pero
has de saber verlo y reconocerlo, sé humilde. El exterior puede ayudar a superarte.
Todo depende de cómo interpretas esa
información del exterior.
Sé permeable a la ayuda exterior.
-Adaptibilidad: no es lo mismo un
entrenamiento que una competición, por eso es necesario adaptarse a cada
situación, realizar ciertos cambios de pensamiento, manejar bien la
autorregulación fisiológica y
apoyarse en las habilidades
resilientes. Si haces un trabajo de mentalización para las distintas
situaciones, cada vez más te encontrarás más cómodo y adquirirás esa confianza de “Puedo y lo haré”.
Cuanto más entrenes la psique, más fácil será.
-Aprendizaje: el deporte es aprendizaje. Domina
las técnicas y las estrategias que cada deporte
engloba y, a medida que aprendas, obtendrás mayor nivel de ejecución.
Con ello obtendrás una seguridad que te fortalecerá como persona a la hora de
gestionar emocional y cognitivamente situaciones deportivas de cualquier
índole. Las oportunidades para aprender son diversas: con la ayuda de tu
entrenador, a través del contacto con tus compañeros o incluso utilizando la
visualización de videos.
Cuanto más técnicas aprendes, más confianza.
Esto es una descripción básica
del concepto de autoconfianza y las
variables que ayudan o perjudican en el rendimiento deportivo. Date cuenta que,
en tu día a día y a través de tus acciones, ya estás construyendo tu
autoconfianza. NO desprecies tus esfuerzos y logros conseguidos hasta el
momento, ¡Valóralos!
Valora lo conseguido.
La autoconfianza en el deporte se ayuda de la
consecución, aprendizaje y el logro
de ciertas aptitudes. Éstas son:
-Condición física y entrenamiento: los entrenamientos
ayudan a mejorar tu forma física, pero también demuestran los resultados de la
disciplina y la constancia. Enseñan que lo que al principio creías imposible no
lo es. Eso te dota de una increíble confianza
para seguir superándote, tanto física como mentalmente.
El entreno mejora el físico… y la mente.
-Habilidades Psicológicas: para superar los
entrenamientos, inconscientemente, has tenido que apoyarte en recursos mentales
que tienes: ya sea tu diálogo reforzador, tu “obsesión” para superarte, o tu concentración
plena en el momento. De manera innata, los deportistas, acuden a una técnica para disasociarse del
dolor y del sufrimiento para seguir adelante. También hay que reconocer
que el entrenador y los compañeros aportan un gran valor a tu rendimiento, pero
has de saber verlo y reconocerlo, sé humilde. El exterior puede ayudar a superarte.
Todo depende de cómo interpretas esa
información del exterior.
Sé permeable a la ayuda exterior.
-Adaptibilidad: no es lo mismo un
entrenamiento que una competición, por eso es necesario adaptarse a cada
situación, realizar ciertos cambios de pensamiento, manejar bien la
autorregulación fisiológica y
apoyarse en las habilidades
resilientes. Si haces un trabajo de mentalización para las distintas
situaciones, cada vez más te encontrarás más cómodo y adquirirás esa confianza de “Puedo y lo haré”.
Cuanto más entrenes la psique, más fácil será.
-Aprendizaje: el deporte es aprendizaje. Domina
las técnicas y las estrategias que cada deporte
engloba y, a medida que aprendas, obtendrás mayor nivel de ejecución.
Con ello obtendrás una seguridad que te fortalecerá como persona a la hora de
gestionar emocional y cognitivamente situaciones deportivas de cualquier
índole. Las oportunidades para aprender son diversas: con la ayuda de tu
entrenador, a través del contacto con tus compañeros o incluso utilizando la
visualización de videos.
Cuanto más técnicas aprendes, más confianza.
Esto es una descripción básica
del concepto de autoconfianza y las
variables que ayudan o perjudican en el rendimiento deportivo. Date cuenta que,
en tu día a día y a través de tus acciones, ya estás construyendo tu
autoconfianza. NO desprecies tus esfuerzos y logros conseguidos hasta el
momento, ¡Valóralos!
Valora lo conseguido.
Ahora que sabéis las dimensiones de la confianza, incidamos en
cómo podemos ayudar nuestra confianza frente a un entrenamiento, una
competición, una oposición o incluso una entrevista de trabajo…
Pasos a seguir:
1. Háblate
en términos positivos, reforzadores: se trata de que te digas palabras que te
ayuden a confiar en ti. El lenguaje es
determinante e influye en nuestro estado
emocional. Si tienes pensamientos de
duda del tipo: “no sé cómo me saldrá, no es mi mejor momento…”, lo normal es que termines sintiéndote
pequeño. Puedes elegir cómo te hablas, dirige tu atención en la tarea y sé amable contigo mismo.
Acalla tu voz negativa.
2. Trabaja
la visión de ti mismo: diariamente visualiza tu mejor versión, logrando tus
objetivos, utilizando todos tus sentidos, y vive ese momento. Reprográmate, ancla esa imagen con
un gesto y, en la situación que necesites ese recordatorio, utiliza el gesto
que has anclado, revívelo y actúa como te lo has imaginado.
Crea una “imagen chute” y úsala en caso de emergencia.
3. No
te compares: nadie es más, ni menos que tú. Céntrate en el momento presente, en
ti, en tus capacidades, tus fortalezas y en tu momento. Recuerda: has trabajado
duro para llegar donde estás.
No te compares.
4. Fuera
las expectativas: céntrate en el momento presente, ya que es lo único que
tienes. Concéntrate en la pisada, la respiración, el ambiente, el paisaje, los
compañeros, las piedras, tus piernas y en la brazada. Disfruta.
Sin expectativas.
5. Aprende
de los fracasos: puede que no te salga a la primera, pero no por ello quiere
decir que hayas fracasado. Quizás tan sólo haya que encontrar otra perspectiva
al problema y probar de nuevo. Una y otra vez, hasta que encuentres la
solución. En el proceso, prohibido autosabotearse, no ayuda a la solución.
Persiste.
6. La
única aprobación necesaria es la tuya, pero claro… tampoco seas muy exigente ni
perfeccionista contigo mismo. Un poco de compasión, por favor.
No te fustigues.
7. Tus
pensamientos no son siempre ciertos. No escuches lo negativo, desvía esos pensamientos que son inútiles para ti y
céntrate en el aquí y ahora.
Cuestiona tus pensamientos negativos.
8. Plantéate
objetivos que puedas alcanzar, sé flexible y vuelve a intentarlo. Recuerda el Método
SMART: objetivos, específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. Concéntrate en los
pasos pequeños, ya que en cada paso que
logres te dará más confianza.
Objetivos
sensatos.
9. Trabaja
sobre la memoria de tus éxitos: busca esos momentos donde te has sentido
fuerte, en el FLOW. A veces nos enfocamos tanto en todo lo que no tenemos o lo
que no conseguimos, que nos olvidamos en esos éxitos ya logrados y en nuestras
fortalezas.
Recuerda tus éxitos.
10. Haz
atribuciones internas sobre lo que vas logrando: tus esfuerzos, tu disciplina,
tu constancia, tu motivación... Esas son las atribuciones internas, lo que
aportas tú en tu crecimiento deportivo y personal.
Recompensa tus éxitos.
11. Acepta
lo que no se puede cambiar y esfuérzate con lo que sí: aceptar no significa
resignarse, al contrario. Al aceptar las cosas como vengan, tomamos responsabilidades
de aquello que sí depende de nosotros.
Focalízate en lo alcanzable.
Ahora que sabéis las dimensiones de la confianza, incidamos en
cómo podemos ayudar nuestra confianza frente a un entrenamiento, una
competición, una oposición o incluso una entrevista de trabajo…
Pasos a seguir:
1. Háblate
en términos positivos, reforzadores: se trata de que te digas palabras que te
ayuden a confiar en ti. El lenguaje es
determinante e influye en nuestro estado
emocional. Si tienes pensamientos de
duda del tipo: “no sé cómo me saldrá, no es mi mejor momento…”, lo normal es que termines sintiéndote
pequeño. Puedes elegir cómo te hablas, dirige tu atención en la tarea y sé amable contigo mismo.
Acalla tu voz negativa.
2. Trabaja la visión de ti mismo: diariamente visualiza tu mejor versión, logrando tus objetivos, utilizando todos tus sentidos, y vive ese momento. Reprográmate, ancla esa imagen con un gesto y, en la situación que necesites ese recordatorio, utiliza el gesto que has anclado, revívelo y actúa como te lo has imaginado.
Crea una “imagen chute” y úsala en caso de emergencia.
3. No te compares: nadie es más, ni menos que tú. Céntrate en el momento presente, en ti, en tus capacidades, tus fortalezas y en tu momento. Recuerda: has trabajado duro para llegar donde estás.
No te compares.
4. Fuera las expectativas: céntrate en el momento presente, ya que es lo único que tienes. Concéntrate en la pisada, la respiración, el ambiente, el paisaje, los compañeros, las piedras, tus piernas y en la brazada. Disfruta.
Sin expectativas.
5. Aprende
de los fracasos: puede que no te salga a la primera, pero no por ello quiere
decir que hayas fracasado. Quizás tan sólo haya que encontrar otra perspectiva
al problema y probar de nuevo. Una y otra vez, hasta que encuentres la
solución. En el proceso, prohibido autosabotearse, no ayuda a la solución.
Persiste.
6. La
única aprobación necesaria es la tuya, pero claro… tampoco seas muy exigente ni
perfeccionista contigo mismo. Un poco de compasión, por favor.
No te fustigues.
7. Tus
pensamientos no son siempre ciertos. No escuches lo negativo, desvía esos pensamientos que son inútiles para ti y
céntrate en el aquí y ahora.
Cuestiona tus pensamientos negativos.
8. Plantéate objetivos que puedas alcanzar, sé flexible y vuelve a intentarlo. Recuerda el Método SMART: objetivos, específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. Concéntrate en los pasos pequeños, ya que en cada paso que logres te dará más confianza.
Objetivos sensatos.
9. Trabaja sobre la memoria de tus éxitos: busca esos momentos donde te has sentido fuerte, en el FLOW. A veces nos enfocamos tanto en todo lo que no tenemos o lo que no conseguimos, que nos olvidamos en esos éxitos ya logrados y en nuestras fortalezas.
Recuerda tus éxitos.
10. Haz
atribuciones internas sobre lo que vas logrando: tus esfuerzos, tu disciplina,
tu constancia, tu motivación... Esas son las atribuciones internas, lo que
aportas tú en tu crecimiento deportivo y personal.
Recompensa tus éxitos.
11. Acepta
lo que no se puede cambiar y esfuérzate con lo que sí: aceptar no significa
resignarse, al contrario. Al aceptar las cosas como vengan, tomamos responsabilidades
de aquello que sí depende de nosotros.
Focalízate en lo alcanzable.
No dudéis en contactar con esta gran profesional y por supuesto estaremos muy atentos esperando las siguientes propuestas de Marisa. Aquí os dejo sus datos de contacto para todos los que queráis poneros en contacto con ella. Un saludo.
Consulta Presencial y Online. Teléfono: 626461756; email:hola@marisarichelle.com /marisa.richelle.psicologa@gmail.com; www.marisarichelle.com
1 comentario:
Nuevamente gracias por estos consejos
Proyecto " la mejor versión de tí mismo" empieza aquí
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