Después de llevar mucho tiempo sin entrenar, ¿Cómo reengancharte al deporte?
Sea por la razón que sea, has perdido ese hábito de reservarte una horita para ti para cuidarte haciendo deporte… ¿Qué hacer? Te ofrezco algunas ideas para que vuelvas a ser quien eras.
Despierta tu creatividad y crea un collage (como el de la imagen de abajo) o imprime algunas fotos que te hagan recordar tú POR QUÉ y PARA QUÉ quieres volver hacer ejercicio. Cuélgalas en sitios estratégicos en tu casa para que REFUERCEN tus MOTIVACIONES. Es muy normal que el devenir de la vida diaria haga olvidar tus motivaciones, pero con éste despliegue gráfico será más difícil…
Añade a esa obra de arte casera palabras reforzadoras que te empoderen. El lenguaje y el pensamiento van mano a mano, tú diriges tus pensamientos y cómo te hablas. Algunos ejemplos podrían ser: “¡QUIERO Y PUEDO!”, “¡AQUÍ Y AHORA!”, “YO TOMO LAS RIENDAS DE MI VIDA”, “EL EJERCICIO ME DA VIDA y LIBERTAD”… Expláyate, usa letras bien grandes.
Acuérdate del Método SMART del artículo “¿Cómo plantearnos el deporte en épocas de pandemia?”. Los objetivos a largo y corto plazo son esenciales para motivarte y estar concentrado en el día a día. ¿Qué podrías hacer HOY para reengancharse otra vez al deporte?
¡SUPER IMPORTANTE! Escribe, planifica, organiza tu entrenamiento y mantén un seguimiento que te recuerde los progresos que estás haciendo. Adquiere el hábito de llevar una libreta, una agenda, una Tablet o una app para recordar o incluso apuntar cualquier idea motivadora que se nos pueda ocurrir.
Cuidado con esa voz que dice: “Uff, que pereza me da salir a correr, con el frío que hace….”. Solución:
Cuando no te apetezca ir a entrenar, sal sin expectativas. Haz lo mínimo. Ponte unos cascos y sal a trotar sin presión. A veces ocurrirá que, de manera inesperada, será el mejor entrenamiento de la semana; otras veces será un “trote cochinero” que te despejará y habrá hecho que cumplas. Mañana será otro día.
Es difícil impedir que esa voz inútil nos hable, pero contrarréstala con pensamientos positivos. Puede ser cualquier cosa, el bienestar de la carrera, la cervecita de después, la ducha, lo relajados que se te quedan los músculos…
La noche de antes, prepárate la ropa, las zapatillas, el agua, etc. Recuerda: háztelo fácil y así no tendrás la excusa de no entrenar.
Crea un grupo de STRAVA o de WhatsApp con amigos y proponed cada semana retos ALCANZABLES: El pique grupal puede ser muy sano y motivador.
Usa la lectura o esa película o documental que te motive. Como psicóloga te digo que no pasa nada por ver Rocky IV un par de veces a la semana, no se lo cuentes a nadie y ya está(☺).
La motivación sana es una combinación entre el significado que le das tú al deporte y cómo el exterior te puede ayudar a alcanzarlo. A veces tendrás que apoyarte en estímulos externos para hacer el entrenamiento y otras tendrás que agarrarte a tu disciplina y a tu “¿para qué quiero volver a entrenar?”. La motivación no siempre estará, no nos engañemos: aceptémoslo y prepara un plan B cuando no te apetezca (apúntalo en cuanto se te ocurra, ¿Recuerdas?).
Para finalizar, te diré dos frases que en momentos de desmotivación me digo a mi misma:
“El cuerpo oye todo lo que la mente dice”
“Poco a poco, se llega lejos”
¿Cuáles son los tuyos?
2 comentarios:
Muchas gracias a Marisa por este articulo tan interesante y necesario. Hasta yo lo voy a poner en práctica.
Y gracias a ti Moskys, por proponer siempre cosas tan interesantes y necesarias.
Por cierto, tu collage mooooooola mucho!!! �� ��
Gracias amoret por tus bonitas palabras y por tus ánimos. Poco a poco iremos aportando cositas nuevas. un abrazote.
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