martes, mayo 24

AUTOCONFIANZA

  


¿Cómo superar los fracasos que hemos tenido en pruebas y competiciones?. Esta es una pregunta frecuente que me surge cada vez que alguno de mis deportistas, por el motivo que sea, no han podido conseguir el reto o la prueba que hemos preparado. 

Empieza a crecer una semilla de miedos, frustraciones e inseguridades, que hace mucho más difícil afrontar el siguiente reto. En algunas ocasiones, por diferentes circunstancias, nervios, lesiones, accidentes o simplemente porque no era el día, no conseguimos pasar la prueba, competición o incluso la oposición que hemos preparado durante meses. 

Me he encontrado, en algunos deportistas, que desde ese instante crece una estela de inseguridad al rededor y se mete dentro de nuestra cabeza la idea de: "no voy a ser capaz" que aunque de una forma totalmente irreal, puede provocar que volvamos a fracasar. 

Hacemos los entrenamientos de maravilla (claro tengo que apretar más para no volver a fracasar), las pruebas o pre-test de competición, perfectas, pero llega la hora de volver a ponerse el dorsal y un temblor entra por las piernas y no nos deja demostrar todo el trabajo realizado. 

Pues bien, como siempre Marisa, nuestra psicóloga deportiva, nos da las claves para afrontar esta situación, que en la mayoría de casos, afecta exclusivamente a nuestra cabeza y que no tiene nada que ver con la realidad física que hemos entrenado adecuadamente. Lo dicho espero que sea de mucha utilidad. Un saludo y aquí tenéis el artículo. 




 

AUTOCONFIANZA

¿Cómo recuperar la confianza después de una lesión? ¿Cómo afrontar los miedos que me crea una competición en la que fracasé el año pasado?

En estos casos, el primer paso -y el más importante- es la ACEPTACIÓN de la situación, de la incomodidad y los miedos que sentimos. 

¿Por qué digo esto? Porque tendemos a sobreactuar o a bloquearnos según la personalidad de cada uno. Sin embargo, entre los deportistas hay una tendencia a lo primero, ya que vamos tan sobrados de adrenalina que se nos hace difícil parar. Por eso a veces nos lesionamos: estar parados por culpa de un esguince o una rotura nos produce una sensación difícil de manejar, tanto física como mentalmente.

Una vez en el dique seco es importantísimo detenernos, analizar y aceptar la situación presente, ya que es muy normal que experimentemos ese sentimiento de fracaso, desconfianza, aislamiento, rabia y frustración.

Por ello, para recuperar nuestro físico, es imperativo apoyarse en los consejos médicos de profesionales hasta una completa recuperación.



Pero, ¿Qué pasa con el tema mental? ¿Esa “cháchara interna” no para en esas situaciones?

Veámoslo en un caso práctico: un corredor de montaña en una prueba exigente, se tuerce el tobillo, cae, y apoya la mano fracturándose la muñeca.  Puede pensar: “La muñeca no me hace falta para correr, voy a seguir”. Pero el miedo a caerse de nuevo le corroe. ¿Qué hacer?

1.      Acepta el miedo: no hay que huir de esta emoción mediante la negación o volviendo a entrenar inmediatamente. NO. La caída es un antes y un después. Es importante conectar con esos sentimientos de rabia, tristeza, frustración e incluso de culpabilidad. Al hacerlo respetas esas emociones. No desaparecerán, pero tendrán menos intensidad.

 

Se trata de convivir con esas emociones.

 

2.      Enfréntate a tu realidad paso a paso:

A.      Trabajo con los profesionales de la salud: médicos y fisioterapias son tus mejores amigos en este proceso.

B.      Entrenador personal: en el trascurso de la recuperación puede que haya otros ejercicios posibles para poder trabajar, como reforzar los puntos débiles causantes de la caída. Este punto es muy importante para empezar a trabajar la autoconfianza y autoeficacia. Dentro del proceso sí hay cosas que podemos controlar.

C.      Momento de volver a la montaña:  proceso de menos a más, es decir:

-Empieza andando, por sensaciones. Podemos encontrarnos con diversos sentimientos: alivio, libertad por estar otra vez en contacto con la naturaleza, energía, y alegría. A la vez, observas que estás vigilando cada movimiento, cada piedrecita. Es así, el miedo es tu acompañante, pero puede ayudarte en vez de atenazarte.

-A medida que pasa los ¿días? ¿semanas?, puede que notes la necesidad de hacer un caco (caminar-correr) ¡Adelante, a por ello!

- ¡En este proceso, atentos a tu diálogo interior! Utiliza una conversación que te ayude a superar cada paso: algunos se hablan, describiendo cada paso y concentrándose así en el momento presente. Otros, necesitan tararearse una canción para relajarse.

Lo que funcione para ti.

-Empezamos a trotar por la montaña: ¡Subidón, subidón! Antes y durante este paso, recomiendo el trabajo de visualización: viéndote correr, disfrutar de la montaña, fuerte, observando el terreno, recréate en todas las sensaciones de forma que te empodere. La mente no distingue entre realidad y ficción, o sea que engañémosla con estas técnicas tan asequibles ya que nos ayudarán a recrear lo imaginado. Todo suma.

-Importantísimo realizar estos pasos acompañados de la respiración abdominal, diafragmática o lo que te sirva en ese momento. Cuando respiramos conscientemente, le decimos a nuestro cuerpo y a mente, que se tranquilice, que “aquí mando yo”.

-Subimos de nivel de dificultad: seguimos con la visualización, seguimos con un diálogo interior que empodere, seguimos con los ejercicios de fortalecimiento, seguimos enfrentándonos  a nuestros miedos en otros terrenos más exigentes, con pendiente.  A tu ritmo, sin reloj, sólo  tú y la montaña. ¡Recuerda por qué haces lo que haces! ¡Vívelo, siéntelo! Acalla tu cháchara negativa, dile que no te impida disfrutar.

-¿Qué pasa si me bloqueo en el proceso? Significa que aún no estás preparado, y no pasa nada. Respeta tus tiempos. Sigue en el punto que te estancas hasta que sientas el tope de hastío. ¡A por el siguiente paso!

El quid de la cuestión es ir enfrentándote a los miedos, paso a paso. Será incómodo de vez en cuando, pero así es el proceso. Busca esas sensaciones positivas que te han llevado a ser corredor de montaña, ¡reencuentra a tu pasión!

Hazlo con miedo.






No dudéis en contactar con esta gran profesional y por supuesto estaremos muy atentos  esperando las siguientes propuestas de Marisa. Aquí os dejo sus datos de contacto para todos los que queráis poneros en contacto con ella. Un saludo.

Consulta Presencial y Online. Teléfono: 626461756; email:hola@marisarichelle.com    /marisa.richelle.psicologa@gmail.com; www.marisarichelle.com





No hay comentarios: