martes, marzo 8

MINDFULNESS Y DEPORTE


Desde hace relativamente poco tiempo, veo a amigos, familiares, alumnos que se levantan cada mañana muy temprano para meditar, tod@s los gurús de youtube hablan de esta herramienta como la "panacea" para afrontar los problemas de nuestros tiempos e incluso actividades como el yoga se han hecho "principales" en las ofertas de centro de finess y estudios de entrenamiento personal. 
Es irrefutable que nuestro estilo de vida ha cambiado, llevamos un ritmo de vida casi de vértigo, con la llegada del WhatsApp, los grupos de trabajo, colegio y los smartphones, parece que trabajamos 24 horas, nuestra jornada no termina nunca. A cualquier hora tenemos consultas laborales, técnicas, etc. Sin olvidar cumplir con los horarios familiares, colegios, extra escolares, etc. Y no dejes los entrenamientos: fuerza, carrera, series, salir a la montaña, etc. 
Al final, llega un momento que es necesario parar y aprender a gestionar todas estas emociones y lo que conlleva el ritmo de vida vertiginoso. Por este motivo le pedí a Marisa que nos diera un punto de vista profesional de la herramienta de la Meditación y el Mindfulness. ¿Qué es? y sobre todo, ¿Cómo  nos puede ayudar?, tanto en el deporte como en nuestro día a día. 
Como siempre Marisa nos aporta un visión muy profesional, con ejemplos prácticos que nos ayuda a tener un punto de vista realista y poco sesgado. 
Y para colmo le pedí, grabar un ejercicio de iniciación guiada al mindfulness que hemos compartido en el final del artículo.  ¿Qué más podemos pedir?, pues nada, disfrutar y aprender de toda su sabiduría. Y espero que después de este artículo queda mucho más claro los beneficios de la meditación y como aplicarlo desde el punto de vista del deporte. 
Por último dar las gracias a Marisa, por su sabiduría y a los alumn@s de mi clase de "Stretching" por su colaboración en la grabación de este ejercicio. 


 

Manual del Mindfulness


El Mindfulness está de moda.

Esta ¨filosofía de vida¨ arraigada en la tradición budista hace unos 2.500 años, ha llegado a nuestros días a través de miles de ofertas en las redes sociales que nos incitan a estudiar cursos de Mindfulness, así como asistir a retiros espirituales donde se promueve el ¨Movimiento Slow¨, el silencio y la meditación.

¿Qué está pasando para que esta filosofía interese a tantas personas? ¿Puede esta técnica mejorar nuestra salud mental?

La respuesta es sencilla pero a la vez compleja.

Sencilla porque lo podría explicar en un párrafo: nadie nos ha enseñado a gestionar nuestras emociones, nuestros pensamientos. Nadie nos ha enseñado a convivir con el estrés, el aburrimiento, la incertidumbre. Vivimos una época de vacío existencial, la cual intentamos cubrir con estímulos externos: adicciones, REDES SOCIALES, Tinder/ Badoo, comida, deporte, compra compulsiva, una agenda llena de compromisos sociales, etc. El objetivo de todas estas conductas es la GRATIFICACIÓN INSTANTÁNEA para así evitar sentir, pensar, mirar hacia nuestros problemas, nuestro interior.

Compleja porque realmente vivimos inmersos en una realidad que nos hace ciegos de autoconocimiento. Adentrarse en nuestras sombras nos aterra. Vamos por la vida en piloto automático hasta que llega un momento, un punto de inflexión en el cual todo se desmorona y no sabemos parar la mente, y de aquí parte nuestro sufrimiento.

Por ello el Mindfulness.



Pero, no quiero ilusionaros mucho. El Mindfulness no es una técnica fácil. Requiere de mucha paciencia y constancia. ¿Por qué? Porque la idea básica del Mindfulness es manejar nuestros pensamientos, nuestras emociones sin prejuicios y con compasión, intentando concentrarnos en el momento presente; eso mismo necesita de entrenamiento. Muchos de vosotros lo habéis podido experimentar practicando deporte: se requieren unas semanas para empezar a percibir cambios en el porcentaje de grasa/ musculación en nuestro cuerpo. En esta ocasión, estamos entrenando la mente y esta puede ser muy cabezona. Pero tenemos buenas noticas: según algunos estudios, se necesitan 5 días consecutivos para empezar a notar ligeros cambios y no solo en nuestro estado emocional sino también cambios en la morfología cerebral. Nuestra área prefrontal, la cual controla la voluntad, la planificación y organización empieza a despertar y desarrollarse. A través del Mindfulness trabajamos nuestra capacidad de reacción e impulsividad ante ciertos estímulos. ¡Y en tan sólo 5 días!. En dos meses, se han comprobado grandes cambios en nuestro interior que obviamente se proyectan en el exterior, en nuestra relación con nosotros mismos y con los demás.

El verdadero reto del Mindfulness es ser capaz de detectar cuándo te has desconcentrado del momento presente. Como principiante, uno piensa que su atención puede dispersarse un par de veces, pero a medida que practicamos el Mindfulness, nos damos cuenta de que nuestra mente tiene vida propia y se va donde le apetece cuando le apetece. Cuando nos percatamos de las veces que nos estamos ¨yendo¨ uno empieza a auto-sabotearse, la motivación decae, y hay cierta tendencia al abandono creyendo que esto del Mindfulness no sirve; es en ese mismo instante donde empieza la magia.


Llegados a este punto, ¿en qué consiste esto del Mindfulness? ¿Qué relación guarda con la meditación? ¿Cuánto tiempo he de practicar para obtener beneficios?.

El Mindfulness está muy ligado a la meditación por el simple hecho de que la meditación es un ejercicio donde te pide parar, concentrarte en la respiración y en el aquí y ahora. La meditación se suele practicar sentado (muy importante) y durante unos minutos, nos concentramos en las sensaciones de nuestro cuerpo desde los pies hasta la cabeza, o nos concentramos en nuestra respiración o simplemente nos repetimos mantras/ afirmaciones que nos permiten dirigir nuestra atención en esas palabras.

Este es el método clásico, pero el Mindfulness añade la práctica activa de la meditación y la que suelo aconsejar a los principiantes, ya que requiere de movimiento y eso parece no asustar tanto en un principio. El Mindfulness activo es concentrarse en una actividad concreta durante un periodo de tiempo. Ya sea preparando la cena, duchándote, haciendo deporte, o sólo hablando con una amiga. Apaga móviles y concéntrate en la preparación de la cena: cortar las verduras, oler las especias, saltearlas en el sartén, saborearlas y todo el ritual que ello implica, con la única diferencia de estar totalmente presentes en el acto de cocinar. Como es un acto muy automático, es normal que durante el proceso uno se distraiga y empiece a pensar en mil otras cosas. NO PASA NADA. Percibe que tu mente se ha distraído y redirige tu atención. Si es necesario, háblate en el proceso, date instrucciones. Eso puede ayudarte a mantener la concentración en el aquí y ahora.

Esta manera del Mindfulness la veo más práctica en nuestro día a día.

No necesitamos tantas horas de meditación para ver resultados. No somos monjes budistas. Seamos un poco lógicos y prácticos.



Y ahora, el Mindfulness en el deporte, ¿ para qué sirve? Esta es una técnica súper importante a la hora de concentrarnos y prestar atención a todos los aspectos que conlleva la práctica deportiva.

Os lo explico a través de un ejemplo.

¿Qué ocurre cuando empiezas a aprender la técnica de correr, por ejemplo? Lo que suele pasar es que, tras la explicación del entrenador, tu atención está dirigida completamente al gesto, al ejercicio, a tus músculos. Tu atención es plena al aprender algo nuevo.

Eso es el Mindfulness en el deporte.

Pero ¿qué pasa con los deportistas que llevan años de práctica a sus espaldas y con una técnica automatizada? ¿para qué sirve el Mindfulness en estos casos?

Practicar un deporte a un cierto nivel ya requiere de muchas variables no solamente técnicas sino también tácticas y de mucha gestión de emociones y pensamientos. La ansiedad precompetitiva, los miedos, la desconfianza y la falta de motivación son variables con las que un deportista se encuentra habitualmente en sus entrenamientos y competiciones.

El Mindfulness entrena la atención, la concentración, la capacidad de reaccionar a los estímulos externos con cierto equilibrio y sobre todo nos brinda la oportunidad de disfrutar del deporte, lo que conlleva un rendimiento óptimo.

¿Cómo practicarlo en el deporte?

Puedes empezar en tus entrenamientos, proponiéndote objetivos concretos: hoy me voy a concentrar en las series lo cual implica sentir tu cuerpo, la pisada, la rodillas, el core, los brazos, la respiración, observar a tus compañeros, escuchar a tu entrenador, sentir el frío de las pistas, etc. Aquí y ahora, vas a dar tu mejor versión. Tu mente te hablará, intentará despistarte hacia otro lado; no le hagas mucho caso, son palabras. Si quieres, puedes utilizar tu diálogo interior potenciador para redirigir tu atención solo en el periodo de las series.

Esto requiere de práctica. A veces sale; otras no. Con el tiempo, entenderás la diferencia y buscarás más esa sensación de estar presente.

Recuerda: el objetivo real del Mindfulness es detectar las veces que tu mente se distrae. Cuando pasa eso, ya eres tú el que decide seguir obnubilado o volver al momento presente. La mente no va a parar de pensar. No se trata de controlar los pensamientos, se trata de DECIDIR dónde enfocas tu atención.

Tu elige:)
Como complemento práctico a este interesante artículo, Marisa nos propone un ejercicio práctico guiado para hacer en casa, oficina o donde tengamos un sitio tranquilo. Qué mejor forma de iniciarte en estas técnicas tan interesantes que de la mano de nuestra psicóloga deportiva. Pincha en el enlace y disfruta de este vídeo. O si tu navegador lo permite reprodúcelo directamente. Espero que lo disfrutes.





No dudéis en contactar con esta gran profesional y por supuesto estaremos muy atentos  esperando las siguientes propuestas de Marisa. Aquí os dejo sus datos de contacto para todos los que queráis poneros en contacto con ella. Un saludo.

Consulta Presencial y Online. Teléfono: 626461756; email:hola@marisarichelle.com    /marisa.richelle.psicologa@gmail.com; www.marisarichelle.com




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