La localidad alicantina de El Campello, situada en la comarca de l'Alacantí, entre Alicante y Villajoyosa, conserva un equilibrio entre el desarrollo urbano y la riqueza natural del litoral mediterráneo. Con más de 20 kilómetros de costa, este municipio destaca por sus calas, acantilados, playas y patrimonio histórico, que se remontan a tiempos íberos y romanos. En la actualidad, El Campello se ha consolidado como un destino turístico que combina cultura, gastronomía, mar y senderismo junto al mar.
Una de las rutas más interesantes para descubrir su litoral une dos de las antiguas torres de vigilancia que protegían el Mediterráneo alicantino de los ataques corsarios durante los siglos XVI y XVII: la Torre de la Illeta y la Torre de les Reixes. Estas torres formaban parte de un sistema defensivo coordinado desde la costa para detectar y comunicar la presencia de barcos enemigos. Eran construcciones estratégicas que aprovechaban elevaciones naturales o cabos, y solían mantenerse en contacto visual entre sí mediante señales de humo o fuego.
La Torre de la Illeta, situada junto al yacimiento arqueológico del mismo nombre, debe su nombre al pequeño islote unido artificialmente a tierra firme, donde se han documentado restos de asentamientos íberos, romanos e islámicos. A sus pies se encuentran los conocidos Baños de la Reina, una estructura excavada en la roca que, según las interpretaciones, pudo haber sido una piscifactoría romana, aunque la leyenda le atribuye un uso más romántico vinculado a una reina mora. Por su parte, la Torre de les Reixes, también conocida como Torre del Barranc d’Aigües, toma su nombre de las rejas que protegían sus accesos y destaca por su excelente estado de conservación.
La ruta que une ambas torres recorre parte del litoral de El Campello, alternando caminos costeros con tramos asfaltados que discurren entre urbanizaciones. A lo largo del recorrido se suceden pequeñas calas de gran atractivo como Cala Piteres, Cala Almadraba, Cala de Enmig o Cala del Morro Blanc, así como miradores y zonas de baño. Aunque no es una ruta técnica, sí requiere precaución en algunas zonas para pasar de una playa a otra. Y puede ser que tengamos que mojarnos en algún paso. Nosotros los hemos evitado pero depende del estado del mar.
Recuerda: No te olvides de llevarte el bañador para disfrutar de un refrescante baño. A mitad del recorrido en la Cala del morro Blanc hay un par de chiringuitos donde se puede comer.
DISTANCIA: 15 km
DURACIÓN: Tiempo Total: 4:15 horas. Tiempo en movimiento: 3:34 horas.
MODALIDAD: Senderismo.
TIPO DE RECORRIDO: Recorrido ida y vuelta. Se puede usar el trenet como forma de regresar.
DIFICULTAD FÍSICA: Media-Baja. Es una ruta sin mucho desnivel. Tan solo en la subida a la torre de les Reixes.
DIFICULTAD TÉCNICA: Media. No presenta pasos difíciles ni técnicos, tan solo tenemos que prestar un poco de atención en alguna bajada del "Tossal de les Reixes". Y algún paso donde nos podemos mojar los pies.
ORIENTACIÓN: No presenta dificultad de orientación. Las sendas están bien definidas. Aunque es recomendable usar el gps. Encontraremos muchas caminos y cruces diferentes.
TIPO DE VÍA: Pista ancha, asfalto, arena, senda bien pisada.
ÉPOCA APROPIADA: Todo el año. Atención a los meses de calor. Aunque podremos bañarnos.
EQUIPO NECESARIO: Material de senderismo: zapatillas de senderismo, ropa transpirable, Gorra y gafas de sol. Bastones de caminante también son recomendables. Agua. Algo de comida para reponer las fuerzas. Complementar la información pinchando en el enlace.
Iniciamos esta travesía en la Torre de la Illeta, una antigua torre de vigilancia construida en el siglo XVI como parte del sistema defensivo del litoral alicantino frente a los ataques de corsarios berberiscos. Ubicada sobre un promontorio rocoso con vistas privilegiadas al mar, esta torre custodia desde hace siglos el acceso a la cala de los Baños de la Reina y al yacimiento arqueológico homónimo, uno de los enclaves históricos más valiosos de El Campello. Su silueta cilíndrica, reconstruida en varias ocasiones, forma parte inseparable del perfil costero de la población.
Tras dejar el coche en una zona con aparcamiento cercano, descendemos hacia los Baños de la Reina, donde se conservan restos de piletas romanas talladas en la roca. El acceso al recinto arqueológico está parcialmente restringido, pero puede visitarse por la mañana, entre las 10:00 y las 14:00, con entrada.
Desde aquí iniciamos la ruta a pie hacia el norte, siguiendo el perfil del litoral.
Playa de la Almadraba
Nos encaminamos por un paseo marítimo que bordea la costa en dirección a la Playa de la Almadraba, una cala amplia, de aguas tranquilas y ambiente familiar. La cruzamos hasta encontrar una escalinata que nos permite continuar el recorrido. En días de mar calmado, es posible sortear este tramo sobre las rocas, aunque hoy optamos por bajar un tramo y subir para cruzar al lado de la cala del Amerador.
Al dejar atrás la cala, subimos unas escaleras y salimos a una zona urbana. Tomamos la primera calle a la derecha (Avenida Almadraba), atravesamos una zona residencial con algunos comercios y seguimos por la calle del Portxe, en dirección descendente hacia el siguiente cabo.
Cabo del Llop Marí y Cala del Amerador
Pasamos junto a una pequeña cala cerrada por un espigón y alcanzamos el Cabo del Llop Marí, donde el sendero se interrumpe. Subimos entonces a una carretera con vistas panorámicas hacia el litoral sur, atravesando una urbanización hasta encontrar un acceso a la tranquila Cala del Amerador. Este tramo del paseo, entre viviendas, nos lleva de nuevo junto al mar.
A la derecha, nos desviamos brevemente para asomarnos desde lo alto a la Cueva del Llop Marí, una cavidad abierta entre acantilados, accesible por mar. Tras la visita, regresamos al paseo costero para continuar en dirección norte.
Urbanizaciones y Cala del Morro Blanc
La Playa del Amerador es algo más amplia, con mayor afluencia de visitantes. Caminamos junto a la línea de costa hasta el Rincón del Amerador, donde comienza un sendero que serpentea entre acantilados y chalés. La vía nos lleva a una carretera que sube hasta la calle Aranjuez, ya en una nueva zona urbanizada.
Desde aquí tomamos una pista hormigonada que baja a la Cala del Morro Blanc, una de las más atractivas del recorrido, por su abrigo natural y aguas cristalinas.
Cuenta con un pequeño chiringuito y un espigón, además de un punto de alquiler de kayaks. Es habitual encontrar gente disfrutando del baño. Dispone de escaleras y algo de aparcamiento.
Cala de Enmig y Cala Piteres
Abandonamos la cala por el mismo acceso y subimos de nuevo entre urbanizaciones. Pasamos junto a varias calas pequeñas, menos accesibles, situadas frente a una urbanización. Desde aquí, la ruta transcurre por asfalto hasta la Cala Piteres, una cala rocosa y expuesta, menos adecuada para el baño.
Playa del Barranco de Aigües y Playa de las Reixes
Descendemos por unas escaleras entre casas que nos conducen a la Playa del Barranco de Aigües, un entorno más agreste, flanqueado por viviendas.
El sendero continúa paralelo al mar y nos lleva hasta la Playa de las Reixes, desde donde parte la senda que asciende hasta la torre homónima.
Subida a la Torre de las Reixes
Desde la playa arranca el sendero de subida, algo empinado y con escalones irregulares, aunque bien marcado. En unos 10-15 minutos alcanzamos la cima del promontorio donde se alza la Torre de las Reixes, otro de los elementos del sistema de defensa costero de los siglos XVI y XVII.
A diferencia de la Illeta, la torre de les Reixes (cuyo nombre hace alusión a las antiguas rejas de hierro que protegían su acceso) se encuentra en una posición aún más estratégica, dominando un amplio tramo de litoral. Desde su base, hoy vallada, se puede contemplar una panorámica magnífica sobre la costa norte de Alicante, con la Serra Grossa, el Cabo de las Huertas y, en días claros, la silueta de la Serra Gelada al fondo.
Tras una pausa en la cima, iniciamos el regreso por el mismo itinerario, disfrutando ahora de la luz del atardecer que embellece calas como el Morro Blanc, el Rincón del Amerador o la Playa del Amerador.
A modo de resumen:
Cerramos el recorrido en la Torre de la Illeta, completando una travesía de unos 15 km en total y una duración aproximada de 4 horas y 20 minutos, incluyendo paradas.
Se trata de una ruta costera muy completa, con tramos históricos, accesos al baño, pasajes urbanizados y pequeñas calas de gran belleza. Requiere cierta atención en algunos puntos (desniveles, escaleras, pasos junto a acantilados), pero su trazado es intuitivo y su valor paisajístico notable. Ideal para quienes desean conocer el patrimonio litoral de El Campello a pie.
Y no podemos dejar esta ciudad sin visitar su agradable paseo marítimo, lleno de tiendas, restaurantes, heladerías y buen ambiente. Ideal para complementar nuestra visita.
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