Nos acercamos a la navidad y es muy común escuchar "como esta noche tengo la cena de navidad, voy a correr una hora más para compensar". Esta es una de las expresiones que más oigo antes de un evento, una fiesta o antes de vacaciones. Es muy común buscar "excusas" o frases de auto-convencimiento para quitarle importancia a comilonas, obligaciones o responsabilidades. Muchos se dejan guiar por una sensación de culpa e inferioridad para entrenar más, exigirse mucho más o simplemente ir agobiados todo el día para poder salir a entrenar media hora y compensar algo que está en tu cabeza.
Toca hacer un ejercicio de reflexión y bucear en ese sentimiento de culpa para ver que pasa en nosotros. No se trata de compensar, no por correr tres horas la comilona de hoy no nos va a afectar física o mental. Se trata de pararse reflexionar y ver como nos afecta esa sensación de culpa. Al final creo que el entrenamiento más efectivo es aquel que nos hace disfrutar y pasar un buen rato. No el que nos castigamos con imposiciones mentales y falsas metas. Como siempre felicitar a Marisa por este súper artículo y espero que lo disfrutéis tanto como yo.
Me siento culpable cuando corro. Me siento culpable cuando no corro.
¿Reconocéis estas sensaciones? Seguro que sí. El sentimiento de culpabilidad es una emoción muy familiar para todos los corredores aficionados.
Esa voz interior que susurra, entre otras cosas…
- ¨Tengo que quemar la comilona de ayer¨
- ¨Madre mía, ayer me tome un par de copas de más, hoy a sudarlo todo¨.
- ¨Ufff, viene la Navidad (polvorones, turrones y todo eso…) ¡Tengo que prepararme ya para que no se note lo que voy a engordar!
- ¨Ayer no pude entrenar, no me dio tiempo, pero hoy a tope y media horita más para compensar¨
- ¨Me voy a quedar atrás, tengo que esforzarme más para así poder rodar con el grupo¨.
- ¨Aquí estoy viendo el partido de mi hijo y podría estar aprovechando el tiempo para correr¨
- ¨Por culpa de mi deporte, no estoy centrándome en… (Escribe sobre los puntos suspensivos lo que corresponda: ¿Profesión?, ¿Familia?, ¿Relaciones sociales?)
La culpabilidad es aquella sensación visceral que DICE que nos falta algo en el día si nos hemos saltado un entrenamiento. Incluso cuando estamos lesionados o en la cama con un resfriado del copón y no podemos entrenar, nuestra vocecita nos susurra: ¨quiero entrenar, estoy perdiendo el tiempo¨. Increíble, ¿Verdad? Cómo somos… No os preocupéis, esto no es anormal y tiene un motivo, seguid leyendo.
Culpa cuando corro y cuando no corro.
Pero… ¿De dónde viene ese sentimiento de culpa? ¿Por qué nos castigamos de esa forma? Y lo más importante: ¿Para qué nos sirve?
Vamos punto por punto
⮚ ¿De dónde viene ese sentimiento de culpa y por qué nos atormentamos de esa forma?
La culpabilidad es una emoción y por ende una conducta aprendida desde nuestra infancia. Los padres, que lo hicieron lo mejor que pudieron, nos inculcaron lo que es un buen comportamiento y uno malo, premiando y/ o castigando a sus hijos/as en consecuencia.
Casi me parece escuchar vuestras reacciones:
“Pero Marisa… ¡¡¡A un niño hay que dirigirle, si no se volvería un animal indomable!!!”
Sí, pero el quid de la cuestión es hacerlo otorgándoles cierta responsabilidad sobre sus conductas, explicándoles que cada comportamiento tiene consecuencias y haciéndoles experimentar éstas para que aprendan y mejoren. Los niños son más listos de lo que creemos, tienen una intuición perceptiva más desarrollada que nosotros y copian lo que ven y lo que sienten. Hay que tener el tiempo y la paciencia para enseñarles, y de éste modo, haciendo que perciban la lógica en los resultados que sus acciones provocan, lograremos moldear su comportamiento.
He oído a muchos padres decir: ¨Si te portas bien, tendrás un helado¨, ¨Como lo has hecho mal, no juegas con tus amigos¨, o para rematar los sentimientos de culpabilidad, la guinda del pastel: ¨por tu culpa llegaremos tarde¨.
Estamos castigando erróneamente a los niños. Estamos premiando y castigando los RESULTADOS y no los ESFUERZOS, sin apreciar sus talentos innatos y sin reforzar sus fortalezas ni ayudándoles a mejorar sus debilidades. Lo que aprendemos (y lo que es peor, las malas interpretaciones de lo que creemos que nos quieren enseñar) en nuestra infancia, lo replicamos en nuestra edad adulta de manera inconsciente.
Es por eso que terminamos CASTIGÁNDONOS (dialogo interior negativo, saboteándonos, culpabilizándonos, sintiéndonos poco valorados/insuficientes, poco adecuados/as, teniendo sentimiento de vergüenza y un largo etc…) y PREMIÁNDONOS (con comida, objetos materiales, etc…)
En definitiva, estamos dirigiendo nuestro VALOR como personas a lo exterior, en vez de a lo INTERIOR.
Es cierto que la sociedad en la que vivimos también nos empuja en cierta medida a potenciar ciertos valores perjudiciales para nosotros. No pasa nada, es así. Aceptemos esa realidad, siendo conscientes de que hemos de aprender de ella y cambiar cosas en nuestro interior. El primer paso es ser CONSCIENTE. Ser consciente de cómo pensamos, sentimos, actuamos… hemos de cuestionarnos la utilidad de cada comportamiento y entrenar la mente para ver las cosas diferentes. Repetición, repetición, repetición.
Y ya os estoy oyendo… “Pero Marisa, esto es una tontería, de que hablas, interior/ exterior??!!”
“¡Yo no puedo decirme SOY UN BUEN CORREDOR si realmente no me lo creo! ¡No puedo mentirme y disfrutar de una tarta de chocolate sabiendo todas las calorías que tengo que quemar corriendo para sentirme bien después! No puedo, ¡Imposible!”
Pregúntate en que te ayuda creer que eres un mal corredor y que mereces un castigo por saltarte el entrenamiento o por comer tarta. En nada ¿Verdad?
Seguimos con la culpa, la vergüenza, autocastigo…
⮚ ¿Para qué te sirve?
Ok, os escucho y lo que oigo es: “Me sirve para superarme a mí mismo, para no bajar la guardia, para ser constante, cumplir con mis objetivos, y para presionarme para ser LA MEJOR VERSIÓN DE MÍ MISMO como deportista”.
Cierto, este tema tiene muchos matices, tan sólo os doy una pincelada sobre las causas de ese sentimiento tan destructivo para vuestra autoestima como deportista y, por ende, como personas.
Justificaciones encontramos todos, es nuestro EGO el que no quiere salir de la zona de confort y se siente bien empujándonos a la culpabilidad por las razones que sean. Sin embargo, TU CUERPO ES SABIO Y ESCUCHA TODO LO QUE TU MENTE DICE: empezarás con un dolor de cervicales (presión, estrés), no podrás dormir bien porque estás dándole a la cabecita toda la noche, empezarás a no descansar bien y en el entrenamiento no estarás donde debas estar. Receta ideal para tener un tropezón que pueda provocarnos un esguince o una lesión peor. Si tienes suerte de no sufrir un percance en un entrenando intentarás evadirte de los sentimientos incómodos de culpa comiendo, bebiendo, entrenando de más para después sentirte avergonzado. Es un círculo vicioso interminable.
CONSEJOS PARA MANEJAR EL SENTIMIENTO DE CULPA:
Acepta que no eres perfecto, tienes errores, días buenos y malos. Sé más compasivo contigo mismo/a.
Stop a los pensamientos y al diálogo interior negativo. A la larga, no te sirven para nada. Solo son pensamientos, tú no eres tus pensamientos. Sé consciente y ponle un STOP.
Disfruta del presente. Disfruta de esa comilona, disfruta de ese GinTonic y disfruta también del partido de tu hijo. La vida es ahora. El presente hace tu futuro.
¿Sientes mucha ansiedad? ¿Estrés?, PARA Y RESPIRA. Tomate un "kit-kat" por favor, vuelve a tu persona, RELATIVIZA el momento, no es tan malo como nosotros nos lo imaginamos.
Aprenden de los errores. Ya no somos niños. Tenemos la libertad de elegir nuestros pensamientos. Decidimos a cada instante del día.
Para cualquier pregunta, no dudéis en contactar conmigo.
¡Disfruta de tu deporte!
Gracias- Marisa Richelle-
No dudéis en contactar con esta gran profesional y por supuesto estaremos muy atentos esperando las siguientes propuestas de Marisa. Aquí os dejo sus datos de contacto para todos los que queráis poneros en contacto con ella. Un saludo.
Consulta Presencial y Online. Teléfono: 626461756; email:hola@marisarichelle.com/marisa.richelle.psicologa@gmail.com; www.marisarichelle.com
2 comentarios:
No sé cómo lo haces, pero en cada artículo que has publicado, personalmente me siento identificada.
Aportaciones que me ayudan a tomar conciencia de la manera en la que entreno, cuando puedo
Gracias
Gracias Listerine (jejej) por tus palabras, al final todos tenemos el deporte como herramienta para justificarnos y autoconvencernos de que corriendo, puedo comer más, o me quito el estress o cualquier excusa que a nuestro cerebro se le ocurra. Marisa toca en la llaga con este tema. Y la verdad que ha sido muy interesante. Un saludo y pronto estarás a tope....un abrazo
Publicar un comentario