A modo de presentación, Katmandú tiene casi un millón y medio de habitantes, siendo una ciudad relativamente joven fundada hace unos 8 siglos que se encuentra en el valle del mismo nombre. Un valle importante, dado que muchas de las ciudades que lo conforman eran el nexo en la ruta comercial que lo unía con Tibet, ahora China.
Como parte del trekking por Everest hemos aprovechado un par de días al terminar las jornadas de caminar para conocer esta increíble ciudad.
La sensación que uno tiene al llegar a Kathmandu es de una ciudad caotica, bulliciosa y con un ritmo frenético, todo esto aderezado con una enorme neblina de contaminación, polvo y polución. Para colmo nosotros llegamos sobre las 18 horas de la tarde, lo que supone la hora de finalizar el trabajo y vuelta a casa, con un tráfico horrible, donde las normas de tráfico brillan por su ausencia.
El tráfico es el primer elemento que nos llama la atención, motos, ciclomotores, bicis y peatones campan a su aire por las calles anunciando su presencia o la prioridad a golpe de clacson.
Es inevitable la sorpresa ante tal descontrol. Eso sí, no parece que los accidentes sean la tónica general.
Por este motivo hay que plantearse muy bien el alquilar un coche o moto en esta ciudad. El tráfico y sobre todo la circulación no lo van a poner muy fácil.
Por este motivo hay que plantearse muy bien el alquilar un coche o moto en esta ciudad. El tráfico y sobre todo la circulación no lo van a poner muy fácil.
No podemos olvidar que Katmandú es una capital que ha sufrido varios terremotos y que mira de levantarse poquito a poco del azote del último terrible terremoto de 2015. Una ciudad que ha sufrido a lo largo de su historia varios terremotos que han dejado una marca imborrable de cicatrices todavía abiertas en la vida de los nepalíes, que reduciría a escombros lugares emblemáticos de gran importancia histórica y patrimonial que con el transcurso del tiempo parece lejana pero que la realidad la hace muy presente.
DONDE ALOJARSE:
La mayoría de turistas que visitan este país se ubican sin dudarlo en el barrio del Thamel. Este es el barrio turístico por excelencia. Un paraíso para los viajeros de medio/bajo presupuesto. Aunque podemos encontrar hoteles de cinco estrellas. Es un barrio con un encanto especial y sobre todo mucho bullicio desde primera hora de la mañana.
Thamel lleva siendo desde hace más de 40 años el centro de la industria turística del país. Todo empezó con las primeras llegadas de hippies a la ciudad. Tomaron el barrio como base y atrajeron a multitud de artistas bohemios de todo el mundo.
El entramado de esta zona es muy característico. Son callecitas estrechas llenas de tiendas, de bares, cafeterías, agencias de viajes, etc. Tiene muchísima vida durante todo el día. Desde bien pronto por la mañana hasta bien entrada la noche.
En nuestro caso nos hemos alojado en el hotel Manang, lo cierto es que es un hotel de calidad bastante baja si lo comparamos con los hoteles españoles. Es viejo y con las habitaciones de la parte baja llenas de humedad. De igual forma los baños son muy cutre y viejos. El precio ronda los 75 euros si lo contratamos con el mismo hotel o 45 euros si lo cogemos con alguna agencia. En este precio está incluido el desayuno.
La ubicación es bastante buena y se sitúa en la parte alta del barrio.
A lo largo de toda la calle podemos encontrar muchos hoteles y casas de huéspedes de todas las categorías y nosotros recomendamos mirar bien por internet las instalaciones y el precio, se pueden encontrar muy buenas ofertas. No olvidar negociar el precio.
DESPLAZAMIENTOS Y TRANSPORTES
Alguna de las visitas turísticas quedan algo alejadas del barrio de Thamel y necesitamos transporte. De igual forma el desplazamiento al aeropuerto. Tenemos varias opciones la primera es confirmar con el hotel una "Vans" o furgoneta de varias plazas que podemos alquilar con chofer todo el día. Si el grupo es grande esta es una barata y buena opción.
Otra opción económica es coger un taxi, el servicio es bueno aunque los automóviles suelen ser muy viejos. Premisa fundamental, regatear y convenir un precio previo antes de realizar el viaje.
COMER EN KATMANDU
A lo largo de todo el barrio, podemos encontrar una gran cantidad de restaurantes. La tipología será muy diferente, podemos encontrar pizzerías, hamburgueserías, italianos, tailandés, comida tradicional nepalí y comida fusión. Existe una gran gama de restaurantes y para todos los precios. Ciertamente no son excesivamente caros. Y los de comida del país son los más económicos.
También encontraremos un buen número de Pubs y cocktelerías situados muchos en los primeros pisos de los edificios y que cuentan con conciertos casi todas las noches. El ambiente nocturno es muy divertido y a los que gustan de marcha y rock and rock la oferta está servida.
Otro negocio bastante típico es esta zona son las zumerías, está toda la ciudad llena de pequeños locales donde se puede disfrutar al momento de un zumo de fruta, generalmente granada, naranja o piña, acompañado de caña de azúcar prensada.
TURISMO Y MONUMENTOS
Aquí os dejo alguna de las visitas indispensables que no podemos dejar de realizar:
Swayambhunath, llamado también el Templo de los monos. Detrás de este complejo nombre se esconde todo un símbolo del budismo. Ubicado en la parte alta de una colina, podemos divisar desde allí parte del valle donde se ubica la ciudad de Kathmandú. Es el punto ideal para hacernos una idea de la extensión de la ciudad. Al complejo se accede pagando actualmente 200 rupias Nepalíes, unos 2 euros.
Por todo el complejo nos toparemos con simpáticos monos que arrancarán un buen número de fotos de nuestras cámaras y si llevas algo de comida también la arrancarán.
DESPLAZAMIENTOS Y TRANSPORTES
Alguna de las visitas turísticas quedan algo alejadas del barrio de Thamel y necesitamos transporte. De igual forma el desplazamiento al aeropuerto. Tenemos varias opciones la primera es confirmar con el hotel una "Vans" o furgoneta de varias plazas que podemos alquilar con chofer todo el día. Si el grupo es grande esta es una barata y buena opción.
Otra opción económica es coger un taxi, el servicio es bueno aunque los automóviles suelen ser muy viejos. Premisa fundamental, regatear y convenir un precio previo antes de realizar el viaje.
COMER EN KATMANDU
A lo largo de todo el barrio, podemos encontrar una gran cantidad de restaurantes. La tipología será muy diferente, podemos encontrar pizzerías, hamburgueserías, italianos, tailandés, comida tradicional nepalí y comida fusión. Existe una gran gama de restaurantes y para todos los precios. Ciertamente no son excesivamente caros. Y los de comida del país son los más económicos.
También encontraremos un buen número de Pubs y cocktelerías situados muchos en los primeros pisos de los edificios y que cuentan con conciertos casi todas las noches. El ambiente nocturno es muy divertido y a los que gustan de marcha y rock and rock la oferta está servida.
Otro negocio bastante típico es esta zona son las zumerías, está toda la ciudad llena de pequeños locales donde se puede disfrutar al momento de un zumo de fruta, generalmente granada, naranja o piña, acompañado de caña de azúcar prensada.
TURISMO Y MONUMENTOS
Aquí os dejo alguna de las visitas indispensables que no podemos dejar de realizar:
Swayambhunath, llamado también el Templo de los monos. Detrás de este complejo nombre se esconde todo un símbolo del budismo. Ubicado en la parte alta de una colina, podemos divisar desde allí parte del valle donde se ubica la ciudad de Kathmandú. Es el punto ideal para hacernos una idea de la extensión de la ciudad. Al complejo se accede pagando actualmente 200 rupias Nepalíes, unos 2 euros.
Por todo el complejo nos toparemos con simpáticos monos que arrancarán un buen número de fotos de nuestras cámaras y si llevas algo de comida también la arrancarán.
Durbar Square, zona céntrica de Kathmadú. Esta es la denominación genérica en Nepal a la plaza ubicada junto a antiguos palacios reales. Es Patrimonio de la Humanidad, disponiendo de numerosos edificios interesantes, aunque la conservación deja mucho que desear pese a ser un lugar que por pasear por sus calles te cobran actualmente 300 rupias, unos 3 euros, supuestamente para su conservación. Como todo en Kathmandú, bullicioso y sorprendente, encontraremos gran cantidad de puestos donde comprar algún recuerdo, además de los habituales vendedores ambulantes que insistirán una y otra vez. Desde el barrio de Thamel tenemos un agradable paseo hasta este turístico sitio.
Boudhanath, la gran pagoda. La magia que rodea este lugar es algo especial. Está lleno de misticismo y tradiciones, tienes que dejar envolverte para llenarte de sensaciones y sentir porque es uno de los lugares budistas más importantes del mundo.
Su grandiosa stupa de proporciones perfectas es centro de todas las miradas. Llena de simbolismo, eclipsa a todo el mundo y es que es una de las más grandes del país. Una de las cosas más especiales es poder presenciar el ritual del Kora. A ultima hora de la tarde, cuando los autobuses de turistas se van, llegan los monjes tibetanos ataviados de sus togas granates, sus instrumentos y mantras. Los peregrinos caminan alrededor de la stupa en sentido de las agujas del reloj, haciendo girar los molinos de oración. Se llena todo el circulo que rodea la estupa de gente y cuando va cayendo la noche se empiezan a encender miles de velas por todas partes llegando al momento culminante del ritual, donde la iluminación de de la stupa se añade para acabar de sumarle encanto al lugar. Los alrededores a la stupa están llenos de alojamientos, tiendas y restaurantes. Se puede disfrutar de una exquisita comida en una terraza con la impresionante estupa a nuestros pies. Muy recomendable.
Pashupatinath, es el templo hindú dedicado al dios Shiva más importante de Nepal y por consiguiente de Katmandú, por este motivo miles de peregrinos vienen a conocerlo y a rendir les homenaje.
Situado a orillas del río Bagmati, este templo religioso es aparte uno de los principales crematorios de Katmandú. Aunque este tipo de ritual religioso no se lo pueden permitir todas las familias, si es cierto que a cualquier hora del día podrás presenciar alguno.
Patan: Tanto Kathmandú, como Patán y Bhaktapur eran antes reinos independientes, pero en el siglo XVIII el rey Shah los ha unido poniendo a la primera como su capital, cosa que se mantiene desde entonces. El pueblo de Patán, dada su cercanía con Kathmandú, se encuentra como fusionada dentro de él, pero es considerada como un pueblo aparte. Se encuentra a 5 kilómetros del barrio de Thamel. Llegamos a la plaza y enseguida nos conquistó. Antes de adentrarnos en ella, subimos a un techo que hay enfrente de la caseta donde se compra la entrada y desde allí fotografiamos la plaza y su arquitectura newarí.
La vida allí discurre con menos gente que la Durbar Square de Kathmandú, pero con el mismo espíritu. Templos y estupas dedicados a deidades hindúes y sus reencarnaciones. En nuestro caso hemos contratado junto a la oficina de las entradas un guía, según él oficial, que nos ha realizado en inglés una excepcional visita guiada. El precio para todo el grupo rondaba los 25 euros pero siempre después de negociar. Merece la pena.
Situado a orillas del río Bagmati, este templo religioso es aparte uno de los principales crematorios de Katmandú. Aunque este tipo de ritual religioso no se lo pueden permitir todas las familias, si es cierto que a cualquier hora del día podrás presenciar alguno.
Un sadhu (Saa-dhu) es un asceta hindú que sigue el camino de la penitencia y la austeridad para obtener la iluminación y la felicidad.
Es la cuarta fase de la vida en la religión hindú, después de estudiar, de ser padre y de ser peregrino. La tradición sadhu consiste en renunciar a todos los vínculos que los unen a lo terrenal o material en la búsqueda de los verdaderos valores de la vida. Por norma general, un sahdu vive incluido en la sociedad, pero intenta ignorar los placeres y dolores humanos.
Muchos sadhus imitan la vida mitológica de Shiva, el principal de todos los ascetas. Llevan un tridente simbólico y se pintan tres rayas de ceniza en su frente para representar los tres aspectos de Shiva en su búsqueda asceta para destruir las tres impurezas (egoísmo, acción con deseo y el maya). Llevan túnicas de color azafrán, que significan que han sido bendecidos con la sangre fértil de Parvati, la consorte de Shiva. Es muy típico hacerse la foto con estos santones, lo que ocurre que parece que gran parte de estos sadhu son imitadores que se disfrazan así para hacer negocio con las fotografías.
Los alrededores de Katmandú ofrecen también lugares muy interesantes.
Bhaktapur. Esta ciudad se encuentra a unos 14 km de Katmandú y es también Patrimonio de la Humanidad. Tiene gran cantidad de monumentos y edificios sobresalientes. Su plaza Durbar es un magnífico lugar donde podemos verlos representados. Previo pago de una desorbitada cuota, unas 1100 rupias (11 euros) se accede al casco urbano donde se encuentran todos los monumentos.
La vida allí discurre con menos gente que la Durbar Square de Kathmandú, pero con el mismo espíritu. Templos y estupas dedicados a deidades hindúes y sus reencarnaciones. En nuestro caso hemos contratado junto a la oficina de las entradas un guía, según él oficial, que nos ha realizado en inglés una excepcional visita guiada. El precio para todo el grupo rondaba los 25 euros pero siempre después de negociar. Merece la pena.
Generalmente los turistas aprovechan los últimos días para comprar regalos y detalles para volverse para España.
A lo largo de los cientos de callejones encontraremos pequeños mercados de fruta, carne, pescado o ropa.
Ya hemos comentado la ropa que podemos comprar, pero hay muchas más cosas. Tenemos los típicos cuchillos del ejercito nepalí. Cuencos de sonido, tornos de oraciones, mapas de la zona, láminas y pinturas de artistas locales. Algo de ropa local.
Ya hemos comentado la ropa que podemos comprar, pero hay muchas más cosas. Tenemos los típicos cuchillos del ejercito nepalí. Cuencos de sonido, tornos de oraciones, mapas de la zona, láminas y pinturas de artistas locales. Algo de ropa local.
Encontraremos también cientos de tiendas que venden pulseras, colgantes, llaveros con la artesanía típica del país.
Otra de las compras que no pueden faltar son las especias como el Garam Massala que la utilizan para aderezar muchos platos y tes. Como no, la sal del himalaya es otro regalo que no puede faltar.
Uno de los regalos estrellas son los cuadros o mandalas tibetanos: Estos dibujos, que pueden ser más o menos complejos dependiendo de la temática, el tiempo y el trabajo que se le dediquen, son mucho más que simples adornos. Diseñarlos, pintarlos y hacerlos de otras maneras ayudan a relajarnos y hasta enseñar una parte de nuestro interior. La palabra mandala proviene de un término en sánscrito, una antigua lengua que se hablaba en la India y que hoy se conserva gracias a algunos textos sagrados. Su significado es círculo sagrado, y simboliza el centro de todo, alrededor del cual giran el resto de las cosas.
Otro regalo que no puede faltar en la maleta son las "pasminas" y pañuelos de lana de cachemir. De igual forma hay que buscar y negociar los precios. Es importante buscar bien ya que hay diferentes calidades.
Los bordados son otra regalo que no puede faltar, encontraremos varios profesionales que en pocos minutos te bordan en camisetas, gorras, mochilas o donde quieras absolutamente cualquier cosa que se te ocurra.
Es muy común en los viajeros que visitan esta ciudad el adquirir material técnico de montaña. A lo largo de las cientos de tiendas que hay en estas calles podemos encontrar dos tipos de material.
Si entramos a las tiendas oficiales encontraremos cualquier prenda o material al precio que suelen estar en Europa. En segundo lugar encontraremos muchos locales que venden material a precios muy económicos. Son productos confeccionados en el país y suelen ser copias de mejor o peor calidad según el fabricante de los productos más populares de las marcas famosas de montaña.
Desde mi punto de vista adquirir este material para realizar alguno de los trekkings propuestos es bastante arriesgado ya que no sabemos la calidad de producto que compramos y podemos encontrarnos en una situación desagradable. Creo que estos productos están bien para comprarlos como ropa de calle pero nunca para hacer actividades técnicas.
Es muy importante visitar muchas tiendas y comparar precios, la misma chaqueta podemos encontrar una diferencia de 20 euros de una tienda a otra.
Los bordados son otra regalo que no puede faltar, encontraremos varios profesionales que en pocos minutos te bordan en camisetas, gorras, mochilas o donde quieras absolutamente cualquier cosa que se te ocurra.
COMPRAS RELACIONADAS CON EL TREKKING
El barrio de Thamel actúa como base para los aventureros más valientes que quieren hacer trekking por alguna de las múltiples zonas que ofrece la cordillera del Himalaya. Hay gran cantidad de tiendas donde poder abastecerte de todo lo que puedas necesitar. Tanto comprarlo como alquilar el material.
Es muy común en los viajeros que visitan esta ciudad el adquirir material técnico de montaña. A lo largo de las cientos de tiendas que hay en estas calles podemos encontrar dos tipos de material.
Si entramos a las tiendas oficiales encontraremos cualquier prenda o material al precio que suelen estar en Europa. En segundo lugar encontraremos muchos locales que venden material a precios muy económicos. Son productos confeccionados en el país y suelen ser copias de mejor o peor calidad según el fabricante de los productos más populares de las marcas famosas de montaña.
Desde mi punto de vista adquirir este material para realizar alguno de los trekkings propuestos es bastante arriesgado ya que no sabemos la calidad de producto que compramos y podemos encontrarnos en una situación desagradable. Creo que estos productos están bien para comprarlos como ropa de calle pero nunca para hacer actividades técnicas.
Es muy importante visitar muchas tiendas y comparar precios, la misma chaqueta podemos encontrar una diferencia de 20 euros de una tienda a otra.
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