Aunque me cuesta, poco a poco voy a prendiendo las enseñanzas que me da la montaña. En esta ocasión y por mucho que uno se empeñe las condiciones meteorológicas nos han limitado nuestro viaje a Pirineos. Nieve muy blanda, vientos de hasta 100 km/h, hacen prácticamente imposible el conseguir subir al Pico Alba y mucho menos al Perdiguero. Por tanto y sin dejar que la deportividad y la buena energía nos abandone Nos vino a la mente, ciertamente no se porqué, la posibilidad de hacer el Moncayo, la montaña más alta del sistema ibérico.
Sin pensarlos dos veces nos bajamos para el pueblo de Añón de Moncayo concertando el hotel casi en el momento y preparando la ruta en el último segundo.
Después de reflexionar mucho igual el Ecce Homo de Borja nos llamó para hacernos una foto con él y tener una jornada espectacular de nieve y disfrute montañero, nos bajamos al paraje del Moncayo un lugar que no conocía pero que guarda unas rutas muy interesantes.
Si hay cosas que me fascina del ser humano es la capacidad de adaptación y este estupendo grupo se adaptó a la situación de una manera espectacular, después de valorar todas las posibilidades finalmente optamos por cambiar de ubicación buscando mejores condiciones climáticas y el estado de la nieve.
En breve la crónica del Moncayo, aunque ahí queda una espinita con el perdiguero.
1 comentario:
La verdad es que el tiempo no nos dio tregua y la opción del Moncayo fue un acierto total y encima si añadimos la visita al Ecce Homo creo que fue, no un acierto, sino fantástico.
El pico alba y el Perdiguero nos esperan como también nos espera el pico salvaguardia.
Puffffffffff se acumula la faena jopeta
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