A lo largo del sendero, nos adentramos en espesuras verdes y húmedas, con árboles cubiertos de musgo, helechos de gran tamaño y troncos retorcidos, creando un entorno encantado y sobrenatural. Es un refugio de biodiversidad donde prosperan especies endémicas que encuentran en Anaga su hábitat ideal. Desde los puntos más elevados, también se pueden apreciar impresionantes vistas hacia la costa de Taganana, con sus acantilados y playas de arena negra que contrastan con el verde del bosque.
Es importante reservar con antelación el permiso de acceso obligatorio, que se puede gestionar aquí, dado que el sendero tiene un acceso limitado para proteger el entorno. Además, en esta ocasión hemos añadido un tramo adicional al recorrido, partiendo unos kilómetros antes del inicio habitual y recorriendo antiguos caminos donde el Pijaral se muestra en toda su magnitud, ofreciendo una experiencia aún más inmersiva en este paraíso natural. No te olvides de llevar gps para esta parte, ya que el sendero no es tan evidente. En la parte de vuelta hemos regresa por la carretera, aunque se puede volver sin problema por este sendero.
Recuerda: Recorrido el recorrido del pijaral es sencillo, en su mayoría por pista, el primer tramo de sendero requiere un poco de experiencia, no es para todos los públicos, pero se puede evitar y salir del aparcamiento más habitual.
TIPO DE RECORRIDO: Semi-circular.
DISTANCIA: 11.2 km
DURACIÓN: Tiempo Total: 03:50 horas. Tiempo en Movimiento: 03:00 horas.
DIFICULTAD IBP INDEX: 50 ➕ INFO 👈
DIFICULTAD TÉCNICA: BAJA-MEDIA. No hay pasos técnicos. El sendero en una pequeña parte no está muy definido ya que los pijarales lo tapan.
ORIENTACIÓN: La ruta es evidente, no hay más opciones, está bien marcada y hay vigilantes.
TIPO DE VÍA: Pista ancha, senda, asfalto.
ÉPOCA APROPIADA: Todo el año.
EQUIPO NECESARIO: Material de senderismo: zapatillas de senderismo, ropa transpirable, Gorra y gafas de sol. Bastones de caminante también son recomendables. Agua. Algo de comida para reponer las fuerzas. Complementar la información pinchando en el enlace.
Dejamos el coche a un lado del camino y tomamos un pequeño sendero tallado en la roca que se adentra en la Reserva Natural del Pijaral. Esta primera parte del recorrido transcurre por un sendero estrecho que discurre sobre la ladera. En algunos tramos, la vegetación cubre ligeramente el camino, mientras que la segunda parte se abre, permitiendo una caminata más cómoda hasta salir nuevamente a la carretera.
2. Tramo por la Carretera
Al salir a la carretera, continuamos por un tramo pavimentado en dirección al acceso de la reserva del Pijaral. Avanzamos hasta encontrar una bifurcación donde giramos a la izquierda, hacia la entrada de la zona protegida.
3. Entrada al Bosque de Laurisilva
A unos 200-300 metros, nos adentramos en un camino ancho por el que también suelen estacionar otros vehículos. Desde aquí nos sumergimos en un exuberante bosque de laurisilva, con una pista ancha que serpentea entre árboles cubiertos de musgo y plantas autóctonas.
En este tramo nos adentramos en el bosque de laurisilva, una vegetación subtropical propia de las Islas Canarias, particularmente abundante en el Pijaral, una reserva natural de alto valor ecológico. La laurisilva es un tipo de bosque húmedo que se desarrolló en la era terciaria y alberga especies endémicas como el laurel (Laurus novocanariensis), el viñátigo (Persea indica), y el barbusano (Apollonias barbujana), además de numerosas lianas, helechos y musgos que cubren tanto el suelo como los troncos de los árboles. Este ecosistema actúa como un "captador de niebla", absorbiendo humedad que luego se filtra en el subsuelo, alimentando acuíferos y manteniendo un ambiente fresco y húmedo.
4. Punto de Intersección - Inicio del Circuito Circular
Llegamos a un cruce y tomamos el sendero de la izquierda, que será nuestro punto de retorno al completar la ruta circular. El sendero, rodeado de pizarras y cubierto de musgo, puede estar ligeramente embarrado, ofreciendo un entorno fresco y auténtico.
5. Mirador del Tejo
Tras aproximadamente dos horas de caminata, alcanzamos el Mirador del Tejo. Desde aquí, disfrutamos de impresionantes vistas hacia los pueblos costeros de Taganana y Benijo. Este es un buen lugar para hacer una pausa, comer algo y recuperar fuerzas antes de continuar el descenso.
6. Descenso de Regreso a la Carretera
Desde el mirador, seguimos una pista de unos tres kilómetros que desciende hasta la carretera. Hay que prestar atención a un pequeño desvío sin señalizar a la derecha, a unos pocos metros después de la carretera, que nos conecta de nuevo con el cruce de la pista por la que iniciamos.
Resumen
Una ruta de naturaleza y paisaje volcánico que permite disfrutar de la laurisilva y las vistas costeras de Tenerife.
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