CIMA DE AITANA DESDE CONFRIDES, SUBIDA POR EL BOSQUE VERTICAL, BAJADA POR LA RABOSA
RECUERDA: Aitana en cada estación presenta múltiples caras y puedes encontrar la montaña nevada en invierno y pasar mucho calor en verano.
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Situada en la provincia de Cuenca, dentro de la comunidad de Castilla-La Mancha, la localidad de Valera de Abajo nos sirve de punto de partida para una ruta que combina naturaleza e historia. La Hoz del Río Gritos, con sus impresionantes formaciones calizas y su exuberante vegetación de ribera, alberga un sendero de gran belleza que nos llevará hasta los restos de la ciudad romana de Valeria. Un recorrido corto y sencillo, perfecto para disfrutar en familia y apto para todos los niveles.
La ciudad romana de Valeria, fundada en el año 82 a.C. por el cónsul Valerio Flaco, se encuentra sobre una muela caliza con vistas privilegiadas al valle del río Gritos. Fue una de las principales ciudades romanas de la región y llegó a contar con un foro monumental, templos y un complejo sistema de canalizaciones y acueductos. Hoy en día, sus restos arqueológicos permiten imaginar la importancia que tuvo en la época romana. Destacan el ninfeo, una impresionante fuente escalonada que surtía de agua a la ciudad, y las estructuras del foro, que muestran la organización urbanística de la antigua Valeria.
Más allá de su importancia histórica, la Hoz del Río Gritos también es conocida por ser un enclave destacado para la escalada en la provincia de Cuenca. Sus paredes de roca caliza ofrecen vías de diferentes niveles de dificultad, atrayendo a escaladores de toda la región. Este cañón fluvial, esculpido por la acción del agua a lo largo de milenios, combina paisajes de gran verticalidad con la tranquilidad que ofrece el entorno natural.
El sendero SL-CU 03 nos adentra en este espacio privilegiado a través de una ruta corta y sin dificultad técnica. El recorrido permite descubrir la hoz con su vegetación de ribera, los acantilados de caliza y, como colofón, los restos de la ciudad romana. Con apenas desnivel y una distancia asequible, es una opción ideal para realizar en cualquier época del año.
Curiosamente, la comarca también es conocida por su tradición industrial, con una notable presencia de fábricas de puertas en la zona. Este sector ha sido un motor económico fundamental en Valera de Abajo y sus alrededores, aportando empleo y desarrollo a la localidad. De este modo, la ruta no solo nos permite descubrir un enclave natural e histórico de gran interés, sino también conocer la importancia de la industria local en la economía de la región.
Recuerda: En la ruta hay varios carteles de la necesidad de pasar por la oficina de turismo de Valera para poder acceder al campamento. En esta ocasión el recorrido lo he realizado en gran parte corriendo, así que ajusta los tiempos a tu ritmo y distancia. Hay poco desnivel y el recorrido es agradable.
Nuestra ruta de hoy nos lleva hasta la laguna de La Mata, situada dentro del Parque Natural de las Lagunas de La Mata y Torrevieja, en la comarca de la Vega Baja del Segura, al sur de la provincia de Alicante. Este parque natural, declarado como tal en 1996, abarca unas 3.700 hectáreas de gran valor ecológico y paisajístico, siendo uno de los espacios protegidos más importantes del sureste peninsular. Su importancia radica en la biodiversidad que alberga, formando parte de un triángulo de humedales clave junto con el Parque Natural de El Hondo y las Salinas de Santa Pola.
La laguna de La Mata, de aproximadamente 700 hectáreas, es un entorno natural de especial interés para la observación de aves, como los flamencos y la cigüeñuela, que encuentran en sus aguas y alrededores un hábitat idóneo. A diferencia de la laguna de Torrevieja, dedicada a la explotación salinera, la laguna de La Mata tiene un uso más recreativo, con senderos bien acondicionados, áreas de descanso y observatorios de fauna. Su nombre proviene de la partida rural de La Mata, una pedanía de Torrevieja, cuyo topónimo se asocia a la vegetación arbustiva que antiguamente predominaba en la zona.
El entorno del parque ha estado históricamente vinculado a la agricultura y la producción de sal, y aún hoy en día podemos encontrar cultivos de vid que dan origen a la Denominación de Origen Protegida Vinos de Alicante, así como, limoneros, olivares y almendros. Torrevieja, municipio al que pertenece este espacio, es la quinta ciudad más poblada de la provincia y destaca por su tradición salinera, sus playas y su atractivo turístico.
La ruta que proponemos consiste en una circular alrededor de la laguna de La Mata. Se trata de un recorrido fácil y sin dificultades técnicas, apto para todo tipo de senderistas, aunque la distancia de 18 km requiere una cierta preparación física. Este trayecto puede realizarse tanto caminando como corriendo, disfrutando en todo momento del paisaje singular que ofrece este humedal. Suavemente ondulado y con caminos amplios, permite recorrer un entorno de gran valor ecológico, ideal para quienes buscan una jornada en la naturaleza sin grandes exigencias técnicas. Una excelente oportunidad para descubrir este rincón único del sur de Alicante.
La vía ferrata de Ulldecona, conocida también como la Torreta de Montsià, se encuentra en la comarca del Montsià, en la provincia de Tarragona, dentro de la comunidad autónoma de Cataluña. Este atractivo recorrido se localiza en el Parque Natural del Delta del Ebro, una región que combina montañas y mar con paisajes de singular belleza y gran riqueza ecológica. Ulldecona, el municipio más cercano, destaca por su ubicación estratégica entre la Sierra del Montsià y los cultivos de olivos que dominan la comarca, un paisaje mediterráneo de tradición agrícola y olivarera que refleja siglos de historia.
El nombre "Montsià" proviene de la sierra que define este territorio, cuya cima más emblemática es la Torreta de Montsià, a 764 metros sobre el nivel del mar. Desde este punto, es posible disfrutar de vistas espectaculares del Delta del Ebro, el mar Mediterráneo y las montañas circundantes. Esta sierra forma una barrera natural entre las comarcas del Baix Ebre y el Montsià, ofreciendo una transición entre los paisajes llanos del delta y las escarpadas pendientes de las montañas.
Ulldecona es una villa con una rica herencia histórica y cultural, famosa por su castillo medieval, declarado Bien de Interés Cultural, y por sus pinturas rupestres en los abrigos de la ermita de la Pietat, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Este pintoresco pueblo combina tradición y modernidad, siendo también una puerta de entrada para explorar la naturaleza del entorno.
La vía ferrata de Ulldecona es una de las más conocidas de la región, cuenta con un grado K4, aunque desde mi opinión, algún tramo por su exigencia física podría rozar el k5. Es una vía ferrata eminentemente física, con unos 10 tramos cortos pero muy explosivos. Esta situación viene dada por dos características muy claras: La primera, los peldaños y agarres son muy pequeños y finos, lo que supone un apoyo difícil y mucha fuerza para agarrarse. Y en segundo lugar, los tramos son cortos, y los pasos de mosquetón están muy cerca, por si hay una caída evitar llegar pronto al suelo. Así que en posiciones comprometidas hay que cambiar los mosquetones, lo que implica mucha fuerza. Los tramos más exigentes son el primero y el último. Finalmente recordar, que tenemos la opción de llevar una cuerda de 40 metros para hacer dos rápeles y afrontar uno de los tramos. Esta opción es evitable, pero es divertida y recomendable.
Iniciamos la aproximación por una pista ancha en ligero ascenso hasta llegar a un cruce señalizado a la derecha.
Desde aquí tomamos un sendero cómodo que asciende hacia las paredes donde comienza la vía ferrata.
Tras avanzar por un sendero con vegetación abundante, alcanzamos el inicio junto a una cueva tras unos 35 minutos y aproximadamente 4 km recorridos. En este punto, nos equipamos para empezar el ascenso.
Tramo 1:
Partimos desde el lado izquierdo de la cueva. Este primer tramo es vertical, con peldaños estrechos y cercanos, aunque con un ligero desplome que requiere fuerza en brazos. Se trata de una sección técnica, con una parte vertical inicial, un pequeño paso lateral hacia la izquierda y una salida superior que enlaza con un sendero ascendente hacia el siguiente tramo.
Tramo 2:
Subimos hasta llegar a una pequeña cueva. Este tramo es corto, directo y vertical, superando un segundo escalón. Tras salir, seguimos las indicaciones hacia la izquierda, avanzando por una cornisa hasta llegar al tercer tramo.Tramo 3:
En pocos minutos alcanzamos otra pared, algo más larga que la anterior. Comienza con un ligero desplome en el primer tramo, pero el resto es más cómodo. Aquí es necesario buscar apoyos en la roca para avanzar.
Tramo 4:
Poco después, llegamos a una bifurcación. A la derecha está la opción del rápel, mientras que a la izquierda evitamos esta sección para continuar hacia la otra vertiente. Este tramo es corto, asequible y enlaza con un quinto tramo más interesante.Tramo 5:
Avanzamos hacia una pared corta pero vertical, que lleva a un paso lateral con pocos agarres y termina en una reunión para rápeles. Realizamos dos rápeles consecutivos: el primero de unos 15 metros y el segundo, más corto, de unos 10 metros, enlazando con un sendero hacia la siguiente sección. con una cuerda de 60 metros haces los dos de una.
Tramo 6:
Continuamos por un sendero con algo de vegetación hasta llegar a una pared vertical. Este tramo tiene grapas y una salida algo explosiva debido a un desplome. Debemos avanzar con cuidado por la piedra suelta.
Tramo 7:
Cruzamos un puente tibetano monocable que conecta con la otra vertiente de la montaña.
Tramo 8:
Tras el puente, ascendemos un tramo corto pero empinado con grapas, que nos lleva al siguiente tramo.Tramo 9:
Seguimos por un sendero pegado a la pared. Es importante estar atentos para no pasar de largo, ya que el inicio de la subida puede no ser evidente.
Tramo 10:
Enlazamos con una doble pared: primero una cornisa, luego una sección vertical exigente, donde destaca una escalera en la roca. Este tramo requiere fuerza en brazos y atención, ya que los cambios de posición suelen ser en desplome.La salida nos lleva a una pedrera que conecta con la parte alta.
REGRESO APARCAMIENTO 40 MINUTOS
Cima y regreso
Tras unas tres horas de ruta alcanzamos la cima, una vía ferrata física y variada que requiere buen trabajo de brazos. Descendemos por un sendero bien señalizado que pasa por ruinas y enlaza con la zona de rápeles.Desde aquí bajamos por una pedrera bastante vertical hasta la cueva inicial, desandando finalmente el camino de aproximación hasta el coche.
El recorrido total es de unas 4 horas, con tramos técnicos y variada dificultad. Es importante tener en cuenta que esta vía ferrata tiene muchos cambios de mosquetón debido a la disposición del cable, así como desplomes que demandan fuerza en brazos. ¡Una experiencia intensa, perfecta para quienes buscan un reto físico y emocionante!